ALICANTE.- Las pymes de Alicante bendijeron en asamblea su petición de divorcio de la patronal Coepa. En una multitudinaria y tensa reunión, el máximo órgano de Cepyme votó por amplia mayoría (más del 64% de los asistentes) una resolución que aboga por la plena autonomía de su organización frente a la patronal, que desde hace tres décadas tutela a Cepyme y reduce a ésta a la consideración de «marca» adscrita.Entre fuertes críticas del empresariado más afín a la cúpula de Coepa, Cepyme acordó seguir integrada en ésta, pero en idénticas condiciones al resto de asociaciones sectoriales, es decir, independiente.
Censuraron tal pretensión las federaciones más próximas al aparato de Coepa, las de mayor poder económico, desde la de obra pública (Fopa), al Terciario Avanzado, los hoteleros de Benidorm (Hosbec), Asaja, el calzado o los Jóvenes Empresarios (Jovempa). Adujeron, entre otras cuestiones, el grave riesgo de ruptura de la unidad empresarial.
Ante lo caldeado del ambiente, según describieron varios asistentes, Sellés pidió someter su informe a votación: o continuar siendo una marca de Coepa o refundarse como proyecto propio.
Convertida la asamblea casi en un voto de confianza al presidente, éste logró el apoyo de 104 delegados (64,59%) por 52 votos en contra (32,29%) y cinco abstenciones (3,10%). Detrás de Sellés, el comercio aglutinado en Facpyme, todo el metal (Fempa) y los colectivos más pequeños de profesionales y empresarios. Un año después de la elección de Modesto Crespo como presidente de Coepa, la patronal provincial sigue sin estar bien avenida.
El máximo dirigente de Cepyme había iniciado la lectura de su informe exponiendo la declaración de intenciones conocida desde hace meses y que tanto malestar ha generado en la dirección de Coepa, de la que Sellés es vicepresidente quinto, cargo del que ha sido invitado a marcharse: «Somos conscientes de que tenemos mucho por hacer y queremos llevarlo a cabo desde la autonomía legítima de toda organización empresarial, pero apoyándonos en todas y cada una de nuestras organizaciones y federaciones, así como en el apoyo y empuje de Coepa».
Uno tras otro, Sellés fue desgranando argumentos para reforzar su objetivo de colocar a las pymes «en una situación de igualdad respecto de las grandes».
La asamblea ordinaria de Cepyme debía servir para hacer balance, presentar la memoria anual y escuchar el informe del presidente, pero a la vista de las tensiones entre matriz y filial, el discurso posicionó al pequeño empresario como «factor clave de estabilidad».
«Comprender la transformación económica de la provincia Alicante y del conjunto de la Comunidad Valenciana es imposible sin valorar vuestro trabajo y el que realizan otras 300.000 personas como pequeños y medianos empresarios, o como trabajadores autónomos», dijo a la asamblea.
«Es momento para realizar una profunda reflexión sobre el futuro de Cepyme (...). No sólo tendremos que estructurar un modelo organizativo flexible y eficaz, sino plantear a corto plazo fórmulas que garanticen nuestra viabilidad económica, así como una reforma estatutaria que de cobijo a este nuevo planteamiento y mayor agilidad a la organización (...). Cepyme no es una marca de Coepa, sino que aspira a defender y fomentar el sistema de libre iniciativa y la economía de las pequeñas y microempresas alicantinas, propiciando la plena integración y participación en aquellos organismos y organizaciones públicas y privadas que le afecten».
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