VALENCIA.- La Conselleria de Agricultura, Pesca y Alimentación ha instalado un total de 44 arrecifes artificiales frente a las costas de la Comunitat Valenciana, con lo que se ha protegido 211 kilómetros de litoral, lo que la convierte, según la Generalitat, en la autonomía con mayor número de estas superficies de protección.
A través de la instalación de los arrecifes artificiales, en los que se ha invertido 12 millones de euros, la conselleria pretende contribuir a regenerar los fondos marinos y a recuperar las especies pesqueras, puesto que los bloques de hormigón actúan de manera disuasoria sobre la pesca de arrastre, lo que impide la pesca en áreas de poca profundidad.
En concreto, en la provincia de Valencia se encuentran 10 arrecifes, ubicados en Gandia, Sagunto, Cullera, Oliva, Perellonet y Valencia, lo que se traduce en un área directamente protegida por 2.979 módulos que ocupan una superficie de 6.488 hectáreas.
En cuanto a las costas de Alicante, la conselleria dispone de otros 21, que se encuentran frente a Santa Pola, Tabarca, Calp, Benidorm, Torrevieja, El Campello, Guardamar, Altea, La Vila Joiosa y Alicante, a los que se suma el arrecife ubicado en mar abierto en el área circundante de la Isla de Tabarca y Santa Pola. Ello supone un área directamente protegida por más de 4.300 módulos que ocupan una superficie de 5.600 hectáreas.
Por lo que respecta a la provincia de Castellón, se han instalado 13 arrecifes, en las aguas frente a los términos municipales de Almenara, Benicàssim, Burriana, Cabanes, Moncofa y Vinaròs, con un total de 2.445 módulos que ocupan una superficie de 4.355 hectáreas.
Los arrecifes artificiales son estructuras formadas por módulos de hormigón dispuestos formando barreras que actúan como refugio para atraer a los peces de las zonas circundantes, con lo que se produce una concentración de la pesca y una mayor facilidad para su captura.
Los técnicos de la Conselleria de Agricultura han comprobado que, desde su puesta en funcionamiento, los arrecifes artificiales han funcionado positivamente. Estos dispositivos de protección de la costa se recubren de gran cantidad de organismos, algas y microfauna que aseguran el alimento de los peces.
La Generalitat considera que, con todo ello, se favorece el agrupamiento de los peces, que se refugian de los depredadores y encuentran el alimento asegurado. Además, aumentan las puestas y la supervivencia de los alevines, lo que repercute en un incremento de la productividad secundaria, de forma que la biomasa de un arrecife artificial es varias veces mayor que la del ambiente natural que le rodea.
También sostiene que se ha favorecido la obtención de "importantes" capturas de doradas en los últimos años, así como un "ligero" incremento de salmonete, pagel, pulpo y calamar principalmente.- (Agencias)
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