ELCHE.- En 2006 el sector Calzado ocupaba a 33.521 personas, frente a las 47.025 del año 2000, mientras que el número de empresas existentes era de 2.283, frente a las 2.819 que había registradas en 2002.
En la Comunidad Valenciana, donde se concentra más del 60% de las empresas y trabajadores del sector, esta pérdida de empleo se ha notado más, según FICE, puesto que entre 2000 y 2006 ha habido una reducción de 9.645 empleos y de 418 empresas.
Otro casos significativos para la patronal del calzado es el de Castilla La Mancha, donde hay 945 trabajadores menos, el de las Islas Baleares, donde han perdido su puesto de trabajo 667 personas, y el de Aragón, donde han sido 775 las pérdidas de empleo en el sector.
En la ciudad de Elche, zona de referencia por su amplia tradición manufacturera, en septiembre de 2007 se contabilizaron 5.776 empleos menos que en el mismo mes del año 2000.
En el caso de las empresas, cerca de un millar (976 empresas) se han desvinculado de la industria manufacturera en Elche.
El secretario de la Asociación de Industriales del Calzado de Elche (AICE), Pedro Méndez, ha reconocido que desde que comenzó la crisis, en 2001, se han perdido puestos de trabajo y empresas del sector, pero ha asegurado "que las pérdidas han sido mínimas porque la crisis no ha supuesto la desaparición de la industria, tal y como ocurrió en otros países como Alemania y Estados Unidos".
Para Méndez, el sector ha logrado superar la crisis que se desató en 2001 como consecuencia de la liberalización del mercado y la competencia de países emergentes, que cuentan con mano de obra más barata.
El secretario de AICE ha indicado que durante la crisis, tanto la patronal como las administraciones públicas, tomaron medidas para paliar esta situación, "lo que ha permitido que se haya cambiado el signo negativo del sector y aumenten las exportaciones".
Una de esas iniciativas ha sido la puesta en marcha del Plan de Apoyo al Calzado que se firmó el pasado 25 de octubre en Elche y que entrará en vigor el próximo año.
Para Méndez, además de las ayudas directas a las empresas, "este documento contempla medidas socio-laborales muy importantes para los trabajadores del sector" y, aunque ha anunciado que el sector vivirá otras crisis en el futuro, se ha mostrado optimista respecto al futuro del sector.
En una visita reciente a Elche, el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, apuntó que el Plan de Apoyo al Calzado "pretende mejorar las expectativas de futuro para la industria del calzado y que no se pierda más empleo, sino que se genere".
Menos optimista es el secretario general de la Federación de Industrias Afines de UGT (FIA-UGT) del Baix Vinalopó, Juan Antonio Maciá, quien ha señalado que es "difícil que el Plan de Apoyo al Calzado reduzca la espiral de cierres de empresas del sector".
Para Maciá, uno de los principales inconvenientes del sector es que las empresas nacionales de calzado "cada vez producen menos en España y han optado por fabricar gran parte de su producción en otros países con más ventajas económicas debido a la mano de obra más barata".- (EFE)
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