miércoles, 12 de mayo de 2010

Bancaja sustituye a Caja Murcia para la urgencia de la CAM

VALENCIA.-Tras el desaire de Caja Murcia, Caja Mediterráneo (CAM) se ha quedado sola. La caja que preside Modesto Crespo busca con quién fusionarse ante la presión del Banco de España. Sus condiciones se han suavizado bastante.La cúpula directiva de Caja Mediterráneo (CAM) expuso ayer a su consejo, reunido en sesión extraordinaria, la necesidad de cerrar en el plazo de dos semanas algún tipo de acuerdo tendente a una fusión -como pretende el Banco de España- o una integración.

La premura de tiempo viene marcada por el final del plazo para optar a las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que expira el 30 de junio.

El presidente de la CAM, Modesto Crespo, y el director general, Roberto López, expusieron al consejo que las opciones pasan por Caja Madrid. Este lunes, ABC avanzaba la voluntad de la entidad que preside Rodrigo Rato de reactivar esta operación.

Con todo, el principal elemento novedoso en la reunión mantenida ayer por el máximo órgano de gobierno de la CAM fue la alternativa de Bancaja. Por primera vez, los responsables de la entidad alicantina plantearon una eventual fusión con la entidad vecina.

De acuerdo con las versiones de los consejeros recabadas por este periódico, la opción de Bancaja «supondría actuar más con el corazón que con la cabeza». Además, diferentes informes indican que esta operación supondría la pérdida de 4.500 empleos y el cierre de 400 oficinas, por su solapamiento.

Con todo, la Generalitat y el empresariado de la Comunidad Valenciana apuesta mayoritariamente por una fusión que no trascienda los límites autonómicos. Una posición que choca con la pactada la pasada semana entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, que alimenta las opciones de Caja Madrid.

Hasta el último momento, los responsables de la CAM intentaron fraguar una fusión en la que ejercieran como entidad absorbente.

Como publicó ayer ABC, se produjeron contactos con Caja Murcia. Sin embargo, las pretensiones de esta entidad dieron al traste con cualquier opción de entendimiento, según se explicó ayer en el consejo.

A pesar de que la reunión se celebró en un ambiente «de despedida», según la opinión de algunos consejeros, la cúpula de la entidad trasladó un mensaje en positivo respecto a la solvencia y el futuro de la caja.

En este sentido, la CAM emitió un comunicado a través del cual su presidente resaltó que se hallan en «situación óptima» para mantener el liderazgo en el sector.

El consejo de administración de Caja Mediterráneo (CAM) se reunió ayer con la sensación de que el encuentro ya no tenía sentido. Convocado la semana pasada con una urgencia que se trató de matizar asegurando que se trataba de una reunión ordinaria, la reunión tenía como objetivo real dar el pistoletazo de salida a la fusión con Caja Murcia.

Sin embargo, tras dos días de intensas negociaciones y hasta un principio de acuerdo, la negativa de la caja que preside Carlos Egea supuso a un varapalo para la entidad con sede en Alicante, según 'Cinco Días'.

CAM mantuvo la convocatoria del consejo, tras el cual lanzó un comunicado en el que, sin hacer ninguna referencia a las negociaciones con Cajamurcia, fija los objetivos que tendría que cumplir cualquier operación en la que participara.

Frente a discursos anteriores, CAM ya no hace referencia a una condición que en otros momentos consideraba esencial, la de liderar la operación de reestructuración del sector en la que participe.

"Cualquier operación debe garantizar un avance cualitativo y cuantitativo para la capacidad competitiva de CAM, por lo que deberá responder a un racional económico, mejorar la capacidad comercial y potenciar el acceso preferente a la financiación de los mercados mayoristas", explicó en el comunicado.

Sobre uno de los aspectos clave, el del mantenimiento de la sede operativa en Alicante, no hay ninguna referencia. CAM se resigna a que "en un eventual proceso de unión se mantenga la actividad social". También reclama que continúe "la apuesta por el desarrollo económico de los territorios en los que está presente".

Sin más condiciones, CAM se ofrece al mercado ante la urgencia a la que le ha sometido el Banco de España, según fuentes del regulador, aunque insiste en que puede seguir en solitario. El problema para la caja que preside Modesto Crespo es que tres de las opciones que se han barajado en estos últimos meses están ahora casi vetadas.

Caja Murcia ha dicho que no por segunda vez, Caja Madrid no quiere asumir el empeoramiento de sus ratios que le aportaría CAM, y Caixa Galicia ya va por su cuenta.

Bancaja guarda silencio

Sus vecinos del norte han asistido a estos dos días de movimientos en Caja Mediterráneo con una cierta estupefacción. El lunes por la mañana en la sede de Bancaja empezaron a sonar los rumores de un posible acuerdo entre CAM y Caja Murcia.

La entidad que preside José Luis Olivas, aunque no entraba en el pacto que se estaba negociando durante el fin de semana, quiso saber de qué iba aquella historia en la que, además, los Gobiernos autonómicos de la Comunidad Valenciana y de Murcia estaban jugando un papel destacado.

Bancaja ha guardado silencio durante estos días, pero está alerta por las repercusiones que pueda desencadenar la necesidad en la que parece embarcada CAM de encontrar alguien con quien compartir sus males. Ayer volvió a aparecer el viejo fantasma de la fusión Bancaja-CAM.

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