MADRID.- Las algas pardas del género Cystoseira están en declive en el Mediterráneo, al recuperarse muy lentamente de la contaminación y otros impactos de origen humano, según concluyen investigadores del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que consideran que esta especie requiere de la aplicación de medidas de gestión adecuadas.
Así, los estudios concluyen que las algas del género Cystoseira
son "muy sensibles" a la contaminación y a otros impactos humanos, tras
constatar los efectos negativos de la contaminación sobre los bosques
mediterráneos de algas pardas, cuyos hábitat son "tan ricos como las
praderas de Posidonia oceánica".
En este línea, investigadores del IEO y del CSIC han publicado
recientemente tres artículos científicos a nivel internacional sobre la
ecología de la Cystoseira que proporcionan la "primera evidencia
experimental del efecto de la contaminación sobre la supervivencia y el
crecimiento de estas algas pardas".
Concretamente, investigadores de la Estación de Investigación
Jaume Ferrer, gestionado por el IEO y el gobierno de Baleares, junto con
investigadores del CSIC, han estudiado los impactos de la ecología, la
biogeografía y los sistemas de la contaminación sobre las algas pardas
del género Cystoseira.
Los tres artículos se han centrado en tres especies de este género
que son endémicas del Mediterráneo (C. crinita, C. barbata y C. spinosa
v. tenuior).
De este modo, los científicos han constatado los efectos negativos
de la contaminación por metales pesados en la supervivencia y
crecimiento de estas especies. Además, se ha observado que su capacidad
de recuperación es "muy lenta" en las zonas donde la calidad del agua ha
mejorado y que estas especies necesitan de la aplicación de medidas de
gestión que incluyan actuaciones directas, como por ejemplo el
transplante de adultos o la dispersión de propágulos fértiles.
Asimismo, otros de los estudios se han centrado en estimar la
producción de las comunidades dominadas por Cystoseira crinita, que
resultan comparables con los sistemas marinos más productivos, como las
praderas de Posidonia oceanica.
Por ello, insisten en el "importante papel estructurador" de estas
especies sobre el resto de organismos del ecosistema. Según la primera
autora de estos trabajos, Marta Sales, el buen estado ecológico de
Menorca, junto con una buena geomorfología adecuada -sobre todo en la
costa norte- favorecen la diversidad y el buen estado de estas
poblaciones".
Mientras, la tercera de las investigaciones se dedica a estudiar
las variaciones biogeográficas de las comunidades de C.crinita en el
Mediterráneo, desde España a Turquía.
A este respecto, los patrones biogeográficos clásicos describen
una barrera principal en Sicilia que divide la cuenca occidental y la
oriental, y un gradiente de disminución de la biodiversidad hacia el
Este, se observan pero con excepciones para Cystoseira.
En este ámbito, se ha detectado una correlación positiva entre la
riqueza de especies del ecosistema y la latitud, mientras que no se
observado ninguna correlación con la longitud, lo que podría significar
que la temperatura tenga más importancia que la cercanía al Atlántico a
la hora de estructurarse la riqueza de especies de estos hábitats.
La importancia de Cystoseira El género Cystoseira se encuentra en
el Mediterráneo y en el Atlántico noreste. En total existen unas 50
especies, de las cuales 30 se encuentran en el Mediterráneo y la mayor
parte de ellas son endémicas de este mar.
Los investigadores subrayan que estas especies favorecen el
reciclado de nutrientes, manteniendo las aguas limpias y cristalinas y
añaden que son algunos de los hábitats preferidos por muchos peces como
zonas de asentamiento y crecimiento.
Recientemente han sido incluidas en el Listado de Especies
Silvestres en Régimen de Protección Especial y en el Catálogo Español de
Especies Amenazadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario