ALICANTE.- El pleno municipal del Ayuntamiento de
Alicante ha aprobado, con los votos a favor del PP y de Unión, Progreso y
Democracia (UPyD), y la oposición del PSPV-PSOE y Esquerra Unida (EU),
el anteproyecto de urbanización del conocido como 'plan Rabassa', que
contempla la posible construcción de un centro comercial de la
multinacional sueca Ikea a las afueras de la capital alicantina.
Este punto, incluido en el orden del día del pleno ordinario de
mayo en el capítulo de propuestas de expediente de Urbanismo, como
"programa de actuación integrada del sector 'las lagunas de Rabassa':
aprobación del texto refundido", ha contado con los votos mayoritarios
de los concejales 'populares' del equipo de gobierno y del edil de UPyD,
Fernando Llopis, mientras que han mostrado su rechazo los grupos
municipales socialista y de EU, quienes han subrayado que la actuación
planteada en este plan responde a los intereses del empresario
alicantino Enrique Ortiz, imputado por el 'caso Brugal'.
De este modo, y durante el debate del punto previo a la votación,
el edil del PSOE Pablo Rosser ha manifestado la posición "genéricamente
contraria" al plan tanto de su grupo como de todas las ejecutivas
socialistas, y ha utilizado el símil del juego de los 'trileros' para
indicar que "la piedra no está ni en el cubilete del informe de la jefa
de servicio de urbanismo, ni en el del ingeniero agrónomo ni en el de
edificación, sino en Ortiz", el urbanizador, y ha apuntado que sobre el
plan existen dos procesos judiciales y 11 informes desfavorables de
otras tantas administraciones competentes.
"Ningún proyecto de los presentados por el urbanizador tiene el
informe de idoneidad de los órganos competentes", ha apuntado, y ha
acusado al equipo de gobierno de tramitar este anteproyecto con "prisas"
y con "urgencias".
"Es un macropoyecto urbanístico de la ciudad
tramitado fuera del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), decir que
es por la llegada de Ikea, es chantaje. Ustedes --el PP-- corren para que
la multinacional no se vaya de Rabassa. La prisa es de Ortiz, esto es
un paripé", ha subrayado el concejal socialista.
En la misma línea se ha expresado el portavoz de EU, Miguel Ángel
Pavón, quien ha calificado este plan como un "despropósito urbanístico y
territorial, insostenible, especulativo y perjudicial para la ciudad",
en el cual, a su juicio, el "beneficiario" es el citado empresario
alicantino. Igualmente, ha resaltado que la futura actuación supondría
"agredir de una forma gravísima un espacio natural como el de la zona de
Rabassa", y ha criticado la "opacidad y la falta de transparencia" con
la que, en su opinión, se ha tramitado la inclusión de este punto en el
pleno así como la elaboración del propio plan.
Por su parte, y en respuesta a todos ellos, la portavoz del equipo
de gobierno, Marta García-Romeu, ha reprochado a los grupos de la
oposición que recurran a la "táctica del miente que algo queda", y ha
defendido que el plan no ha sido incluido de urgencia en el pleno, sino
que se ha abordado en una sesión ordinaria.
Además, ha incidido en que el anteproyecto aprobado este jueves
está basado en "informes técnicos favorables, rigurosos e impecables", y
ha enfatizado que dichos documentos "no pasan la mano por la espalda de
nadie". "No son malos informes, son informes normales que resaltan
aspectos positivos y negativos, unos condicionantes que el agente
urbanizador debe corregir en su proyecto", ha explicado.
Del mismo modo, García Romeu ha manifestado que las prisas del
equipo de gobierno se deben a las consecuencias del plan. "Vendrá Ikea y
eso es un lujo para la ciudad y una necesidad para más de 2.000
personas que podrán encontrar empleo", ha añadido al respecto. En cuanto
a la ubicación del centro comercial, también ha indicado que desde el
Ayuntamiento no se le ha dicho a la multinacional donde establecerse,
sino que ha sido la propia empresa quien solicitó el emplazamiento.
En el turno de réplicas, Llopis ha mostrado su apoyo al
anteproyecto por la llegada de Ikea, si bien ha apuntado que si la
multinacional finalmente no llega a Alicante será "culpa" del grupo
'popular'. Mientras, Pavón ha recalcado que faltan informes favorables,
entre otros, de los ministerios de Fomento y de Defensa, ha acusado al
equipo de gobierno de "pactar" con el urbanizador la aprobación del plan
"a toda costa", y ha anunciado que EU interpondrá un recurso de
apelación.
Rosser, por su parte, ha enfatizado que los informes de los
técnicos municipales "son muy buenos", pero que los "malos" son los
ediles del PP, a quienes ha responsabilizado de sufrir el "síndrome del
Centro de Congresos", un aspecto que ha puntualizado al exponer que el
equipo de gobierno se "empecinó" en aprobar dicha actuación y finalmente
no se ha desarrollado. "A ver si dentro de unos años todavía no tenemos
a Ikea en Alicante", ha añadido.
Por último, García Romeu ha calificado los argumentos de la
oposición como una "sarta de mentiras" y de "película sensacionalista".
"No me importan sus teorías de conspiración, no nos va a temblar el
pulso y la determinación de hacer posible este proyecto por los
ciudadanos. Los intereses partidistas deberían dejarse a un lado. Si les
gusta o no el urbanizador es su problema, vamos a continuar adelante
porque es una oportunidad para tener 2.000 puestos de trabajo", ha
recalcado, al tiempo que ha incidido en la necesidad de hacer la
tramitación "con toda la transparencia necesaria".
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