ALICANTE.- La Plataforma Salvem la Vall ha denunciado que "el Ayuntamiento de
Llíber y la constructora VAPF siguen adelante con las obras
del PAI de 488 chalets sin tener la concesión hídrica que garantice el
suministro, que lleva diez meses paralizada".
Así lo ha
revelado Salvem la Vall, que ha destacado que las 800 alegaciones contra
la tramitación de la consesión, presentadas en la campaña del pasado
mes de agosto, "demuestran las falsedades en la solicitud del
consistorio de Llíber y las empresas contratadas por la VAPF para
realizar los informes", según ha manifestado la plataforma en un
comunicado.
La entidad ha criticado la "manipulación" de las
necesidades de agua del PAI, que, a su parecer, se han aprobado "a la
baja" en las solicitudes respecto a la documentación oficial tramitada
por el Ayuntamiento.
Por ello, Salvem la Vall ha acusado a la
administración local y a la constructora de "seguir con la destrucción
de la Muntanya Llarga con la estrategia de hechos consumados", aunque ha
señalado que "se mantienen vigentes irregularidades que podrían
paralizar el PAI".
La plataforma ha destacado que se prevé, en
las próximas semanas, la publicación de la sentencia de la primera de
las causas judiciales. En ella se pedía la "anulación" del PAI y se
denunciaba que el Ayuntamiento de Llíber y la constructora "aprovechan
la dilación para provocar daños irreparables al medio natural".
Del mismo modo, Salvem la Vall ha subrayado que "se siguen estudiando
nuevas vías judiciales" y ha aseverado que "si en el futuro hay
sentencias que hagan inviable el PAI, se exigirá en los tribunales que
los responsables asuman los gastos de la regeneración del espacio".
El PAI Medina Llíber se aprobó en enero de 2021, "sin incluir ninguna
concesión hídrica que garantice el suministro de agua", ha puntualizado
la plataforma. Su principal impulsor político, el alcalde de Llíber,
José Juan Reus, está siendo juzgado por haber aprobado en su primera
etapa de gobierno 300 viviendas ilegales, presuntamente "a cambio de
comisiones y regalos".
"Es surrealista que a los mismos
nombres del escándalo urbanístico de hace 20 años se les permita, ahora,
destruir un paraje natural para construir 488 chalets sin suministro
hídrico", han censurado desde la plataforma Salvem la Vall.
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