miércoles, 15 de octubre de 2008

La morosidad creciente obliga a la CAM a vender sus sedes y a cerrar oficinas

ALICANTE.- Caja Mediterráneo negocia una fórmula que le otorgará cierta liquidez a través de parte de su patrimonio. La entidad, que en los últimos meses se ha desprendido de su 5% y 5,15% que tenía en Enagas y Unión Fenosa, estudia ahora la venta de su sede central en la avenida de Óscar Esplá de Alicante, su sede en Murcia y la que tiene en Barcelona al fondo de pensiones de la caja, según la versión de "El País".

La operación supondría que el fondo de pensiones de los trabajadores adquiera la propiedad de estos edificios emblemáticos, que la caja alquilaría y sobre los que tendrá opción de recompra. El precio de estas ventas, aún por cerrar a través de dos tasadoras independientes, rondaría los 70 millones.

Fuentes de la caja y de Sicam, el sindicato con más representación en la comisión de control del fondo de pensiones (donde se estudia este paso), explicaron que aún quedan flecos por cerrar. Entre estos flecos, se barajan plazos mínimos para la recompra por parte de la CAM de entre 10 y 20 años.

Los sindicatos también tratan de garantizar una rentabilidad anual del 6% y que el acuerdo incluya que a la hora de que la CAM recompre los edificios, el fondo de pensiones reciba un porcentaje de las plusvalías, si las hubiera, pero no de las minusvalías, si el precio de los edificios bajara.

Las fuentes sindicales añaden que la fórmula es una "alternativa" que permite ganar rentabilidad al fondo de pensiones ante la mala evolución de la bolsa y explican también que la compra de estos inmuebles supondría entre un 15% y un 20% de las reservas del fondo de pensiones.

La operación tendrá que ser aprobada por la comisión de control del fondo, el consejo de administración de la caja y la dirección general de Seguros del Ministerio de Economía. Este paso es similar al dado por otras entidades como el Santander o Caixa Galicia, aunque de menor cuantía y tiene la peculiaridad de que no implica la venta a un tercero, sino al fondo de pensiones de sus trabajadores.

La caja, por otro lado, también explicó hace unos días que no descarta desprenderse de parte de su red de oficinas para hacer frente al previsible aumento de la morosidad, según publicó Cinco Días. Morosidad que este año ha crecido con fuerza. La CAM registraba en el primer trimestre un índice de morosidad del 0,96%.

A finales de junio, este índice se situó en el 1,69%, "inferior al registrado por el conjunto de las cajas de ahorros", aseguró la caja. Y la previsión es que al cierre del año la morosidad ronde el 4%, también en línea con el sector, insiste la entidad financiera.

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