ALICANTE.- Caja Mediterráneo (CAM) comenzará de inmediato la puesta en marcha de su plan de prejubilaciones y bajas incentivadas, que, conforme al acuerdo laboral, afectará a 853 empleados que podrán acceder a la prejubilación, y 120 que se acogerán al sistema de bajas incentivadas, según ha informado en un comunicado la entidad financiera.
La Dirección General de Trabajo ha decidido mantener la vigencia del acuerdo laboral --aprobado en su día con el visto bueno de la mayoría sindical con representación en la Caja, según las mismas fuentes--, y ha incluido la aprobación de un ERE que afectará a un total de 973 empleados de Caja Mediterráneo.
Este expediente de regulación tiene por objetivo el "adaptar la capacidad instalada de CAM a la nueva realidad del negocio financiero", de manera que se garantice "la capacidad presente y futura de la entidad para competir, en cumplimiento del Real Decreto 2/2011 para el reforzamiento del sistema financiero".
Caja Mediterráneo ha contemplado la provisión de alrededor de 200 millones de euros para cubrir la salida de empleados a través de este acuerdo laboral. De esta cantidad, CAM ya dotó el pasado año 147 millones.
La mayoría de los trabajadores, exactamente 853, podrán acogerse al Plan de Prejubilaciones, previsto para los mayores de 55 años y con al menos 10 años de antigüedad en CAM, con las mismas condiciones que el acuerdo que se aprobó a principios de año cuando la Caja estaba inmersa en un proceso de integración.
Además, el 98 por ciento del colectivo de empleados en esta situación ya dieron, en su momento, su conformidad para adherirse al anterior acuerdo. Los 120 empleados restantes podrán acogerse al sistema de bajas incentivadas contemplado también en el acuerdo, según las mismas fuentes.
La mayor parte de las bajas de empleados, 591, están previstas dentro la red de oficinas CAM, mientras que 201 trabajadores abandonarán los Servicios Centrales de la entidad y otros 61 procederán de las direcciones de apoyo a la red.
La aplicación del acuerdo laboral en Caja Mediterráneo será inmediata, de manera que este mismo mes de junio puedan acogerse de forma efectiva los primeros 250 empleados y su conclusión está prevista a lo largo de 2011 y 2012, de manera escalonada para asegurar la normal actividad de la Caja.
La directora general de Caja Mediterráneo, María Dolores Amorós, ha asegurado que con la puesta en marcha de este plan, la entidad da "un paso más en el proyecto sobre el que se sustenta un Plan de Recapitalización" que le "garantiza un futuro en términos de eficiencia, rentabilidad y solvencia, en línea con las mejores prácticas del sector".
Amorós ha agradecido a los representantes de los trabajadores "el ejercicio de responsabilidad demostrada en el desarrollo de este proceso".
Así mismo, Caja Mediterráneo tiene previsto continuar con el cumplimiento del Plan de Racionalización de su red comercial, que se suma al objetivo de contención de costes y mejora de eficiencia, y contempla cambios en el 25 por ciento de la red comercial desde 2007 a 2012, así como en los servicios centralizados, con el objetivo puesto en la mejora de la productividad.
Para el año 2011 está previsto el cierre de 107 oficinas, la mayoría situadas en las zonas de expansión de la Caja. De este modo, se prevé el cierre de 57 sucursales pertenecientes a la Dirección Territorial Centro Sur; otras 27 oficinas situadas en la Dirección Territorial Norte; 14 en la Territorial de Murcia --nueve de ellas en la provincia de Almería--; ocho en la Territorial de Valencia y una en la Territorial de Alicante.
CAM se ha anticipado a las necesidades del mercado y desde junio de 2008 hasta marzo de 2011, ha reducido su número de sucursales en un 18 por ciento. A junio de 2008, la red de CAM estaba formada por 1.161 oficinas.
En marzo de 2011 su red estaba compuesta por 948 oficinas, un 18 por ciento menos, según las mismas fuentes, quienes han recordado que durante el mismo periodo, el sector cajas ha pasado de 25.000 oficinas a 23.300, un 7,25 por ciento.
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