ALICANTE.- El presidente de Cepyme Alicante, Cristóbal
Navarro, ha asegurado que hay empresarios "mudos de nacimiento, por
convicción y por devoción". En su opinión, estos últimos "son los peores
con diferencia, pues creen que el menú adecuado para un empresario es
lamer sumisamente la misma parte del político de turno a cualquier hora
del día".
Navarro ha realizado estas manifestaciones en un artículo de
opinión remitido a los medios de comunicación que, bajo el título
'Empresarios vivos, muertos y...¡mudos!', hace referencia al discurso
que el pasado jueves realizó en la Noche de la Economía Alicantina el
presidente de la Cámara de Comercio, José Enrique Garrigós, que criticó a
las administraciones por considerar "que han sido más un obstáculo que
una ayuda" en la recuperación económica y reiteró al presidente de la
Generalitat, Alberto Fabra, la petición de "tolerancia cero" con la
corrupción.
Al respecto, Cristóbal Navarro asegura que, aunque "parece ser que
este discurso ha molestado a muchos", realmente no lo ha hecho a tantos
porque, asegura, "hay una infinidad de empresarios 'vivos' y --por
desgracia-- 'muertos' que están completamente de acuerdo con el
discurso".
Luego --prosigue-- están los que denomina los "mudos", que con su
silencio "únicamente facilitan la desaparición de más empresas y la
pérdida de más trabajo; estos hipócritas que, aunque piensen lo mismo,
se pliegan al silencio porque sus actuaciones están tan alejadas de los
empresarios que cualquier encuentro es pura casualidad".
"Pero, claro, es que no todos pueden hablar: hay 'mudos' de
nacimiento y hay 'mudos' por convicción y, luego, están los 'mudos' por
devoción. Los de nacimiento tienen poco reproche. Los de convencimiento
es obvio que consideran que, a falta de capacidad para cazar otra cosa,
pueden lamer unas 'posaderas' determinadas y eso les mantiene
alimentados. Y, finalmente, están los que lo son por devoción; éstos son
los peores con diferencia, pues creen que el menú adecuado para un
empresario es lamer sumisamente la misma parte del político de turno a
cualquier hora del día", reprocha.
En su carta abierta, el responsable de Cepyme agrega que "esto es
obvio, porque nunca han probado otro alimento y ni él mismo se considera
capaz de conseguir otra cosa que no sea lo que ya entiende como un
manjar".
"Éste último está atrofiado voluntariamente en el habla y,
además, en la vista; no es capaz de ver que, más pronto ó más tarde, le
dejarán de poner comida en el pesebre y, entonces, no sabrá cómo ganarse
la vida, llevando a la ruina a él mismo y, lo que es peor, también a su
entorno directo", añade.
En la misma línea, asevera que, "evidentemente, cuando los
'afásicos' intencionados, puedan estar defendiendo su interés personal a
ser rescatados del mundanal contacto con los indignados, quebrados,
parados, y otras filas subversivas que tiene el sistema, es cuando se
equivocan doblemente, porque ellos no entrarán en el reino de los
elegidos, únicamente son marionetas, muñecos de trapo a los que se les
incorporó un mando a distancia, para poder adentrarlos en los campos de
minas y que protejan al que verdaderamente dirige detrás del
botón".
"No podemos olvidar --continúa-- que, cuando un empresario tiene
que cerrar su empresa, no solamente está perdiendo su puesto de trabajo
y, muchas veces, el sustento de su familia, que trabaja con él en
muchísimas ocasiones, además se le está condenando a la ruina personal,
económica y social, a la pérdida de su patrimonio que ha mantenido
comprometido en la actividad de crear riqueza y trabajo para otros,
porque el reparto tributario y los costes sociales, no han dejado nada
más en el caso de las pymes".
Navarro señala: "Por esto no es comparable. No se le exige a nadie
más, por trabajar por si ó para otros, que deba tener permanentemente
en juego la totalidad de su vida y la de su familia. Es evidente
entonces que quien tiene como principal "arma" la palabra debe hacer uso
de ella y levantarse contra quien pueda estar dejando de cumplir con
sus obligaciones y gritar basta".
Para Navarro, resulta "obvio" que no hay que dejar que un "afásico
voluntario sea quien defienda nuestros intereses".
"Porque nunca
hablará lo que debe y únicamente ha sido adiestrado para responder al
mando a distancia y cuando no le llegan ondas de mando suficientes,
instintivamente aplaude, porque su memoria genética le recuerda que
siempre ha comido de aplaudir, aunque ahora tenga las manos
ensangrentadas de tanto aplauso y siga con hambre, la campana de Paulov
está haciendo mucho mal", concluye.
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