domingo, 25 de marzo de 2007

Los empresarios de AVE piden un gran pacto social para ordenar racionalmente el territorio


VALENCIA.- El presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), Francisco Pons, reivindicó «un gran pacto social, empresarial y político para desarrollar un plan que asegure una ordenación planificada del territorio».

«En una situación en la que conviven amenazas y oportunidades como la actual, nada es más importante que clarificar el futuro definiendo un marco preciso de usos del suelo, que al tiempo que preserve y recupere los espacios de valor ecológico y paisajístico, cuyos fundamentos legales ya están establecidos, y de uso rural y colectivo, establezca y regule el suelo urbanizable y de uso industrial y diseñe el futuro desarrollo de las infraestructuras», señala el presidente del lobby empresarial en un escrito remitido por AVE.

Pons, quien hace meses advirtió de la excesiva dependencia de la economía valenciana del sector de la construcción, rechazó no obstante que la moratoria urbanística que reivindican algunos colectivos resuelva las turbulencias urbanísticas que ha vivido la Comunidad Valenciana.

«Una moratoria urbanística, como algunos pretenden imponer, tiene poco fundamento y daría crédito a una imagen distorsionada y perniciosa de nuestra comunidad que algunos se han empeñado en crear. La fortaleza de la actividad inmobiliaria y constructora y el buen comportamiento de la actividad turística, tanto residencial como hotelera la hacen sumamente contraproducente desde una perspectiva tanto económica como social.

Nos jugamos con ello no sólo la creación de riqueza y de empleo, sino la oportunidad de sentar las bases de un desarrollo de mayor calidad», señala Pons aunque reconoce que «para garantizar la calidad del proceso de desarrollo futuro es imprescindible asegurar un uso racional de un factor limitado, que es el suelo».

El presidente de AVE asegura que «el turismo constituye una actividad estratégica para nuestra economía y debe seguir siéndolo. De cómo evolucione está actividad dependerá nuestra capacidad para dinamizar y diversificar la oferta, proporcionando más valor al demandante y más diversidad de producto y de servicio.

La excepcional oferta cultural y de ocio que desarrolla la Comunidad Valenciana (la Ciudad de las Artes y de las Ciencias, la Ciudad de la Luz, la atracción de grandes eventos deportivos como la Copa del América, la Volvo Ocean Race, la organización de una carrera de la Fórmula 1 o el Mundial de Atletismo, etc.) contribuyen a impulsar este proceso de diversificación y de creación de valor para el visitante».
Golf y puertos deportivos.

Por ello, ya que «el modelo turístico valenciano se sustenta en gran medida en la segunda residencia y que ésta aún ofrece muchas oportunidades para crear riqueza, debemos seguir apostando por una oferta residencial de mayor calidad, servicios y generación de valor».

Y cita varios ejemplos: «Como la que piden los amantes del golf, o de la vela o navegación, a través del incremento de los puertos deportivos que permita estimular la economía regional y elevar el nivel de gasto del turista medio. Otras zonas españolas con fuerte tradición turística y alta densidad residencial, como Málaga, lo hacen con buenos resultados, y sería lamentable que en la Comunidad Valenciana esta opción fuese estrangulada».

Aunque Pons no olvida que «el desarrollo manufacturero, terciario y logístico también requiere de una mayor atención a la oferta de suelo industrial, cuya carencia constituye un cuello de botella para un desarrollo más equilibrado. Sin olvidar que el crecimiento demográfico y el proceso inmigratorio del que nos beneficiamos requieren una mayor atención a la oferta de primera residencia. En ambos casos la creación y regeneración de suelo constituye una necesidad que no puede ser desatendida».

Se trata, continúa el presidente del lobby empresarial, de «sentar las bases de un proceso territorial y económico equilibrado, sino también las condiciones para una menor incertidumbre empresarial y un mercado más transparente y competitivo del suelo».

Por ello, los empresarios de AVE consideran que para «crear este escenario es imprescindible que el desarrollo territorial sea regulado por un plan surgido de un gran pacto en nuestra Comunidad. Un plan con un amplio soporte social, empresarial y político que recoja las sensibilidades más significativas, que evite la inseguridad y traumas que siguen a los cambios políticos y que garantice su efectiva aplicación por los distintos niveles de gobierno y el respeto de los agentes económicos y políticos».

Y concluye: «Tenemos un gran reto ante nosotros. Necesitamos desarrollar un plan que asegure una ordenación planificada del territorio. Un plan respaldado por una normativa racional y ágil que se adecue a las necesidades de la Comunidad Valenciana. Nos jugamos nuestro futuro. Es en estos momentos cuando las sociedades son capaces de dar lo mejor de sí mismas. Para esto es necesario un acuerdo estratégico con amplio respaldo social y actuar con la razón y con el corazón, por el bien común».

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