Tras siete meses de intentar negociar las condiciones laborales y salariales para los trabajadores del transporte urbano y después de ocho reuniones "sin que se haya avanzado lo más mínimo en un posible desbloqueo a la negociación del convenio colectivo", los empleados de Masatusa y Alcoyana decidieron realizar anoche una asamblea, con concentración y cena, según informó CCOO-PV en un comunicado.
Según el sindicato, el transporte público "no está en crisis", y criticó que "una empresa que goza de la concesión publica del transporte de autobuses y pretende que le adjudiquen la línea más rentable del tranvía, no es capaz de negociar con sus trabajadores las condiciones laborales y pretende aumentar la jornada de trabajo, reducir vacaciones y poder modificar turnos, con el chantaje que eso o la congelación".
La plantilla ha dado un "ultimátum" a la dirección de la empresa, solicitando una subida salarial igual a la media de los convenios firmados hasta la fecha, puesto que, de lo contrario, iniciará una campaña de movilizaciones e irá a la huelga.
Por otra parte, CCOO-PV aseguró que los conductores del transporte público "son conscientes de la precariedad del servicio que prestan, de los malos recorridos, la falta de regularidad, la frecuencia altísima".
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