"Voy a trabajar todo lo que pueda y más para que ella [en referencia a la futura alcaldesa, Mónica Lorente, llamada a ser la sucesora del presidente de la Diputación de Alicante, José Joaquín Ripoll] gane", admite en una de las conversaciones interceptadas en la investigación judicial del caso Brugal.
Según consta en el informe policial, el coordinador electoral del PP, Pedro Meseguer, facilitó al empresario un listado de electores que figuraban en el censo para realizar "70.000 llamadas telefónicas" para captar votos. Fenoll destinó a un equipo de entre "10 y 15 personas" para realizar estas llamadas.
"Que digan que soy del PP, de la sede de Mónica Lorente", ordenó el empresario. Meseguer, actual jefe de prensa de la alcaldesa, proporcionó algunos teléfonos móviles. El censo electoral de Orihuela es de 41.000 votantes, según el INE, por lo que pudo haber segundas llamadas a un mismo número.
La actividad de Fenoll fue frenética. El empresario organizaba y supervisaba los actos de campaña del PP, fletaba autobuses para los mítines, pagaba meriendas, mecheros y espejos de bolso para señoras.
El informe policial hace referencia también a un supuesto pago de 1.200 euros al concejal del PP Ginés Sánchez el día de la inauguración de la nueva sede del partido. El empresario siempre urdía todas las operaciones, pero quería pasar inadvertido.
"Yo no quiero que me vean por allí, no sea que un fotógrafo me pille", consta en una grabación referente a un acto en Orihuela de la candidata con residentes extranjeros.
En la parte final del informe policial sobre la campaña electoral, los agentes desvelan cómo el mismo día de la cita con las urnas el empresario montó un dispositivo en los alrededores de los colegios electorales con algunos de sus colaboradores, camuflados dentro de sus vehículos, que repartieron papeletas del PP. Dos empleadas admiten que una tarde llegaron a ensobrar 1.200 papeletas.
La policía concluye que de estas operaciones el PP estaba al tanto y que el apoyo de Fenoll "fue algo más que circunstancial, obedecía a una estrategia planeada para asegurarse la presencia en el Ayuntamiento de las personas que mejor iban a defender sus intereses".
El empresario, que fue condenado por la Audiencia de Alicante por comprar votos para el PP a 5.000 pesetas en 1991, obtuvo en 2008 la adjudicación de la contrata de basura de Orihuela, que ha dado origen al caso Brugal.
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