jueves, 21 de junio de 2007

La Universidad de Elche investiga la viabilidad del césped artificial en áreas de golf


ELCHE.- El uso de césped artificial se extendió hace unos años entre los campos de fútbol y la Universidad Miguel Hernández (UMH) pretende que este sistema se utilice también en otro deporte, el golf, a fin de que la proliferación de estas instalaciones sea compatible con la escasez de agua que arrastra la zona sureste del país.

Por esta razón, en el 2006 inició un proyecto de investigación y desarrollo sobre análisis y diseño de césped artificial para campos de golf. Un estudio que está realizado por el consorcio integrado por la UMH, Instituto de Biomecánica de Valencia y la empresa Eurograss y financiado por la Conselleria de Empresa, Universidad y Ciencia de la Comunidad Valenciana.

La última fase del proyecto contempla la instalación piloto de un campo de golf de césped artificial, que se ubicará en la sede ilicitana de la Miguel Hernández. Esta circunstancia convertirá a la universidad ilicitana en la primera española que dispone de campo de golf. Éste se está construyendo ya entre los edificios La Galia, Hélike y Altabix, en una superficie de una hectárea.

La instalación piloto constará de cuatro hoyos, frente a los dieciocho con que suelen contar los campos de golf de la provincia. Según los promotores del estudio, serán pitch and putt -de distancia media de 50 metros- «y la instalación dispondrá de una zona de prácticas que incluye ocho jaulas para la práctica del swing, un putting green de 440 metros cuadrados, un chipping green de 323 metros cuadrados y un búnker de prácticas».

La intención de la institución académica es que el futuro campo de golf pueda tener un uso para la investigación, de modo que permita validar en condiciones reales los prototipos de hierba artificial desarrollados en el proyecto.

Asimismo se pretende ofrecer un servicio docente, puesto que podrá ser utilizado por los alumnos de la carrera de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, que tienen como asignatura obligatoria este deporte. Se trata de la única universidad española que ha incluido esta materia en los planes de estudio con ese matiz. Las instalaciones también tendrán un uso deportivo para que tanto estudiantes como público en general puedan aprender y practicar el golf.

Los investigadores están desarrollando una nueva experiencia para obtener financiación y mejorar la instalación piloto mediante dos tipos de patrocinio por parte de las empresas. Las modalidades serán: patrocinio exclusivo por hoyo, que supondrá un desembolso cada año de 7.500 euros, la tematización del hoyo mediante recursos publicitarios con el logo de la empresa, 30 tarjetas de acceso a las instalaciones y un día al año de uso exclusivo para un evento de la empresa; así como un patrocinio compartido de la zona de prácticas, con vallas publicitarias, una inversión de 1.500 euros al año y 10 tarjetas de acceso a las instala ciones.

Tal y como señalaron el vicerrector de Asuntos Económicos, José María Gómez Gras, y el coordinador del proyecto, el profesor de la UMH Francisco José del Campo, dos empresas ya se han comprometido a patrocinar un hoyo cada una. Se trata de Reebok y Eulen.

La creación del campo de golf constituye la última de las fases del proyecto que se marcaron para el primer año. Pero el estudio se inició con la obtención de un modelo de referencia del comportamiento del césped natural, a fin de imitarlo y desarrollar varios prototipos para cada una de las zonas del campo de golf. En total se han diseñado 45, validados mediante ensayos mecánicos de tracción rotacional, bote angulado «arrancado de chuleta», según zonas del campo.

Algunas reticencias

La penúltima de las fases consistió en el análisis de la viabilidad social, económica y ambiental para la implantación de césped artificial en campos de golf. En esta parte del estudio se concluyó que «los golfistas y gerentes de estas instalaciones deportivas no son proclives a priori a implantar este tipo de césped, aunque la población en general lo ve con buenos ojos», dijo Del Campo.

Además se resolvió que el césped artificial «puede ser una alternativa económica y ambiental al césped natural en las zonas de las instalaciones de golf que cuentan con poca superficie» y mencionó el tee, antegreen y green en campos de 18 hoyos, además de todo el pitch and putt y todas las zonas de prácticas.
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