VALENCIA.- La mercantil Industrias del Calzado y Prendas Deportivas Incadesa (propietaria de la firma Kelme ), la sociedad Meleuz y el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) han suscrito el acuerdo definitivo por el que se cierra la venta de la empresa Kelme.
Esta firma, que posibilita que un nuevo inversor entre en la compañía y dé viabilidad a la empresa, llega después de la compra por parte de Meleuz -sociedad formada por Paco Borja y Pepe Sempere- de unos terrenos a la mercantil Incadesa, que era el punto que quedaba pendiente tras un primer acuerdo alcanzado con anterioridad al documento ahora suscrito.
Tras el anuncio hecho público el 18 de junio por Incadesa en el que se comunicaba que los hermanos Quiles, propietarios de la empresa alicantina Kelme, habían firmado su oferta de venta de acciones por el cien por cien de la compañía, ahora se firmó en Valencia el último punto que quedaba por resolver para proceder así a la venta de la empresa alicantina y de todos sus activos.
Con anterioridad, el 25 de mayo, Kelme informó del cese de su presidente, Diego Quiles, y de su sustitución en el cargo por Benjamín Clarí, ex presidente de Adidas Iberia y consejero delegado de Kelme desde finales del 2006, aunque no explicó los motivos de esta destitución.
Juzgado Mercantil
Cinco días después Quiles interpuso una demanda ante un juzgado de lo Mercantil para que se declarara la nulidad del acuerdo por el que la Junta General de la mercantil ordenó su cese, puesto que, según indicó, la decisión de la Junta incumplía lo establecido en el documento suscrito entre el IVF y la familia Quiles.
Tras el acuerdo alcanzado, el director general del IVF, Enrique Pérez Boada, manifestó que «estamos muy satisfechos por la comprensión y la flexibilidad de posturas mostrada por todos los participantes en esta negociación, tendente a dar viabilidad a este proyecto, que es la razón por la que en el 2002 se solicitó la ayuda del Instituto Valenciano de Finanzas.
Al final -añade el director- todas las partes han sabido reconocer que era necesario flexibilizar sus posturas y alcanzar un acuerdo en beneficio del futuro de la empresa. Estamos seguros que con la firma de este acuerdo comienza una nueva etapa en Kelme».- (EFE)
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L os hermanos Diego y José Quiles, propietarios del 98% del accionariado de la empresa Industrias del Calzado y Prendas Deportivas (Incadesa), la sociedad Meleuz (en la que participan el empresario Francisco Borja y el abogado José Sempere) y el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) suscribían ayer «el acuerdo definitivo por el que se cierra la venta de la empresa Kelme», según el comunicado oficial de la Generalitat Valenciana.
Ayer se resolvía el último punto que quedaba, el de los terrenos de Agua Amarga, para proceder así a la venta de la empresa ilicitana y de todos sus activos. Como se recordará, José Quiles se había negado inicialmente a firmar un documento sobre la venta de 2 millones de metros cuadrados de este paraje, sobre el que Borja y Sempere tenían derechos adquiridos en opciones de compra.
José Quiles delegó ayer poderes para la firma del acuerdo definitivo que desbloqueara la situación y si Francisco Borja había manifestado días atrás que sólo había usado un 6% de derechos legales adquiridos sobre Agua Amarga, ayer José Quiles señalaba que había cedido lo indecible y aseguraba que sólo va a percibir en compensación un 25% de lo que, según él, le correspondía percibir por todos los activos de la sociedad. Ni José Quiles ni su hermano Diego ni tampoco Francisco Borja quisieron hablar del montante económico de la operación. Extraoficialmente se habla de una venta por valor de 6 millones de euros que podría ascender al doble. «Es difícil y complejo hablar de dinero porque las cifras están condicionadas a porcentajes y valoraciones de la finca de Agua Amarga y posteriores convenios», señalaba José Quiles.
En todo caso, con esta operación los hermanos Diego y José Quiles quedan liberados de las deudas que arrastraba Kelme, el préstamo de 9 millones de euros que avaló el IVF para que la empresa no cerrara, así como la refinanciación de otro préstamo por importe de 14,4 millones. Según fuentes del IVF, la empresa tenía actualmente una deuda acumulada de 47 millones de euros que con la venta de Agua Amarga podría reducirse a sólo 17 millones.
Para el IVF, «con esta firma, queda abierto el camino para que un nuevo inversor entre en la compañía, tal como ya se anunció, y dé viabilidad a esta empresa». El director general del IVF, Enrique Pérez Boada, dijo ayer estar «muy satisfecho por la comprensión y la flexibilidad de posturas mostrada por todos los participantes en esta negociación, tendente a dar viabilidad a este proyecto, que es la razón por la que en 2002 se solicitó la ayuda del Instituto Valenciano de Finanzas. Al final todas las partes han sabido reconocer que era necesario flexibilizar sus posturas y alcanzar un acuerdo en beneficio del futuro de la empresa», dijo.
Diego Quiles y Francisco Borja coincidieron en señalar que «todo se ha hecho por el bien de la empresa y la continuidad de la misma». Por su parte, José Quiles, coincidió en este extremo, pero manifestó sus dudas respecto al futuro de Kelme en Elche. «Yo no tengo claro que la empresa se vaya a quedar aquí. Yo he reclamado que los 120 trabajadores sigan en la empresa y en Elche al menos los diez próximos años, pero habrá que ver acontecimientos en los próximos días para comprobar si esto se cumple».
De "Información"
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