domingo, 22 de abril de 2007

Alicante lleva 30 años esperando la conexión férrea con Valencia por la costa, ahora de alta velocidad


VALENCIA.- El ferrocarril que unía los municipios de Gandia, Oliva y Dénia dejó de funcionar en 1974. El escaso número de viajeros que tomaban el tren, unido a la antigüedad de la línea, acabó con una infraestructura histórica. Desde aquel año, desapareció la conexión entre Valencia y Alicante en ferrocarril por la costa.

Ahora, 33 años después de aquella fecha, en la que la línea Gandia-Dénia se suprimió con la condición de mejorarla y reanudar su actividad, Valencia y Alicante siguen sin tener una conexión férrea por el litoral. La única opción es conectar las dos capitales a través de Xàtiva, Moixent y Villena.

Desde entonces, prácticamente todos los Gobiernos democráticos han prometido la conexión entre Gandia y Dénia, el único tramo donde no hay línea férrea y que permitiría conectar con Alicante a través del ferrocarril de vía estrecha que atraviesa la Marina.

La revitalización del tren como un medio de transporte seguro y más amable con el medio ambiente ha sacado de los cajones proyectos largamente olvidados. Entre ellos, la línea Gandia-Dénia.

Pero el objetivo de la Conselleria de Infraestructuras, que asumiría la inversión de este tramo férreo, cifrado en 200 millones de euros, ha sido plantear un plan mucho más ambicioso: conectar Valencia y Alicante por el litoral a través de un tren moderno que podría llegar en algunos tramos a alcanzar los 250 kilómetros por hora.

Transporte público
La línea Gandia-Dénia pasaría a formar parte del tren de la costa, un proyecto que uniría por el litoral las ciudades de Valencia y Alicante, dotando de transporte público rápido a municipios turísticos como Benidorm, Xàbia, Gandia o Altea. En la actualidad, tanto la Marina Alta como la Baixa están muy mal comunicadas, a través de un ferrocarril de vía estrecha, con Alicante. Esta nueva línea reforzaría así las dotaciones de una zona que vive del turismo.

La Generalitat Valenciana se comprometería a construir una doble vía férrea para unir Valencia y Alicante por la costa que después se encargaría de explotar Renfe, a cambio de abonar un canon anual. “Es la apuesta por el ferrocarril como un transporte regional. Atravesaría un territorio con una gran potencialidad económica”, apuntó el conseller de Infraestructuras, José Ramón García Antón.

El pasado año, alrededor de siete millones de pasajeros utilizaron la línea de cercanías entre Valencia y Gandia. Con la prolongación hasta Alicante los viajeros podrían multiplicarse.

Este nuevo trazado de ferrocarril que plantea la Conselleria de Infraestructuras entre Gandia y Alicante se proyecta en ancho internacional y se podría convertir en una línea de alta velocidad regional. Tendrá una longitud de 115 kilómetros, de los cuales seis irán bajo tierra a lo largo de siete túneles. El del Mascarat será el más largo, con 2,1 kilómetros. Tres más estarán situados en el término municipal de Gata de Gorgos.

La Conselleria de Infraestructuras ya tiene prácticamente finalizado el estudio básico de ejecución así como la declaración de impacto ambiental. Únicamente faltaría poner en marcha la primera fase, que sería la más viable económicamente. Posteriormente, la Administración autonómica ha de trabajar en la declaración de impacto ambiental del segundo tramo, que es el que une Oliva con Dénia.

El proyecto permitirá además convertir el trenet, que conecta Alicante y Dénia, en un tranvía, que en una primera fase se construirá hasta Benidorm. De esta forma toda la costa tendrá dos líneas férreas.

Reivindicaciones
Fue en los años 90 cuando las reivindicaciones de los ciudadanos de las comarcas afectadas comenzaron a oírse en voz más alta. El portavoz de Els Verds y concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Gandia, Joan Francesc Peris, ya incluyó en 1989 en su programa electoral el tren a Dénia. Además, los ciudadanos han recogido miles de firmas que han llevado al Congreso de los Diputados y han creado plataformas en defensa del ferrocarril entre las dos capitales.

La Conselleria de Infraestructuras negoció con el anterior Gobierno de Aznar la firma de un protocolo de ferrocarriles que permitiera invertir en las líneas de ferrocarril convencional de la Comunitat, repartiéndose las mejoras necesarias para revitalizar un medio de transporte infrautilizado.

A pesar de que el convenio estaba a punto de firmarse a principios de 2004, con la llegada del nuevo Gobierno comenzó a renegociarse el protocolo entre las dos Administraciones. Pero las condiciones que el Ministerio de Fomento ponía encima de la mesa no gustaron a la Conselleria de Infraestructuras, ya que se retrasaba la inversión del Gobierno hasta el año 2008. En 2006 y 2007, la única Administración que intervendría sería la autonómica.

Las negociaciones se paralizaron hasta que Fomento firmó un convenio similar con la Generalitat de Cataluña. En ese momento se volvieron a retomar, en vistas de que el Ministerio podía llegar a un acuerdo con otra autonomía. Las negociaciones todavía están abiertas y la próxima reunión se celebrará en mayo entre García Antón y el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán.

Además de retrasarse actuaciones en líneas de ferrocarril convencional, la falta de un convenio entre las dos Administraciones impide que se pueda negociar el traspaso de las competencias de las líneas de cercanías. Cataluña ya lo está haciendo.

Según aseguraron fuentes de la Conselleria de Infraestructuras, “no vamos a pedir el traspaso de los ferrocarriles mientras el Ministerio no se comprometa a actuar y mejorarlas antes de asumir la gestión de las líneas”.

Las mismas fuentes destacaron que la red de cercanías de Castellón, Valencia y Alicante necesita de mejoras y que debe ser el Gobierno central el que invierta en ellas. La actuación más importante que se tiene que negociar entre el Gobierno valenciano y el central es, además de la línea Gandia-Dénia, que el borrador del convenio habla de que sería asumida por el Gobierno autonómico, la línea Xàtiva-Alcoy. Las condiciones en las que funciona este ferrocarril han sido calificadas por sus usuarios como “tercermundistas”.

En 1996, la Generalitat se tuvo que hacer cargo de la explotación de la línea, asumiendo sus pérdidas, ya que desde Madrid se pretendía cerrarla de forma definitiva. Hace unas semanas, el Gobierno anunció unas actuaciones para mejorarla.

El Plan de Infraestructuras Estratégicas 2004-2010 (PIE) presentado por la Generalitat resumía además otras actuaciones necesarias para mejorar las líneas férreas de la Comunitat. El borrador del convenio que Infraestructuras ha enviado al Ministerio para su estudio y posterior aprobación plantea, además, las conexiones entre la red de cercanías y la línea 1 y los tranvías de la red de Metrovalencia.
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