lunes, 23 de abril de 2007

El problema de la corrupción comienza a calar entre los alicantinos, según la encuesta de "Información"


ALICANTE.- La corrupción preocupa más en la Comunidad Valenciana que hace tres meses, y, sobre todo, en la provincia de Alicante, aunque el problema más grave para los ciudadanos sigue siendo el terrorismo.

Así lo recoge la encuesta sociopolítica realizada por Grup Marest para "Información" en la que se detecta cómo los numerosos casos de corrupción que han estallado esta legislatura comienzan a calar entre la gente.

Según este sondeo, realizado entre el pasado 28 de marzo y el 5 de abril, el 20,2% considera que estos escándalos suponen el tercer problema más grave para la sociedad. En enero de 2007, el porcentaje que opinaba de esta manera era del 17,7%, con lo que se produce un incremento de 2,5 puntos, que se eleva a 6,2 puntos en Alicante al pasar del 14,4% al 20,6%, el mayor aumento de las tres provincias.

Con todo, es el terrorismo el asunto que más quita el sueño a los valencianos, si bien algo menos que hace tres meses.? El 34,2% de los encuestados considera que este asunto es el más grave que tiene la sociedad frente al 35,5% que pensaba de esta manera en enero.

La encuesta publicada entonces se realizó justo después del brutal atentado con coche bomba perpetrado por ETA en el aeropuerto de Barajas, que segó la vida de dos personas y puso fin al proceso de paz. El impacto de este acto terrorista en los valencianos se reflejó en el sondeo de Grup Marest.

Sin embargo, la nueva encuesta refleja que quedan secuelas. Con todo, cabe precisar que no sólo es el terrorismo etarra el que está marcando la agenda política en España en los últimos tiempos. El juicio por los atentados islamistas del 11 de marzo y las últimas amenazas de Al Qaeda también parecen estar en la mente de los valencianos.

Al igual que en enero, el segundo problema más acuciante es la inseguridad ciudadana. La preocupación por la delincuencia, además, se ha incrementado ligeramente en el conjunto de la Comunidad, pero retrocede en Alicante.

Hoy, un 21,5% de los valencianos se muestra receloso con este asunto frente al 20,8% que lo hacía hace tres meses, mientras que en la provincia se ha pasado del 30,7% al 24%.

Cabe apuntar que la inseguridad ciudadana ha estado presente en el discurso de los populares valencianos desde el cambio de Gobierno en Madrid. El Consell inició entonces una cruzada para reclamar más agentes para la Comunidad Valenciana. Sea como fuere, uno de cada cinco valencianos no cree garantizada su seguridad, aunque la cifra está lejos del 37,3% que en junio de 2006 consideraba que este era su principal problema.

En la cola de las preocupaciones de los valencianos se sitúan, por este orden, el excesivo desarrollo urbanístico, el paro y la escasez de agua.

Como ya reflejó la encuesta de enero, se demuestra que los políticos están muchas veces alejados de las preocupaciones reales de los ciudadanos. Así, vuelve a llamar la atención que asuntos como el urbanismo y el agua que están de forma continua en el debate apenas merecen la atención de los valencianos. Sólamente un 6,1% de los encuestados -dato que sube al 9% en Alicante-, menos incluso que hace tres meses, creen que el problema del agua tiene la suficiente entidad para suponerle un quebradero de cabeza. Y eso que el déficit hídrico ha sido una constante en los discursos oficiales desde que el Gobierno derogara el trasvase del Ebro.

Algo más de aprensión genera en los 2.000 entrevistados por Grup Marest el urbanismo poco respetuoso con el medio ambiente. Con todo, solo el 11% se muestra preocupado por una acción del hombre sobre la naturaleza, que, en el caso de la Comunidad Valenciana, ha motivado un duro reproche de la UE. Con todo, la encuesta está efectuada antes de que la Comisión Europea aprobara el segundo informe en el que se denunciaba el urbanismo salvaje en la Comunidad Valenciana.

Por su parte, la buena evolución que la generación de empleo está teniendo en los últimos años ha hecho que el paro solo preocupe al 7%, casi la mitad de lo que representaba en la encuesta de junio de 2006.

El análisis por provincias arroja datos curiosos. La preocupación por el terrorismo alcanza al 40% de los valencianos, mientras que solo el 28% de los alicantinos cree que es el problema más grave.

En Castellón la corrupción se convierte en la segunda preocupación, por delante de la inseguridad ciudadana. Al 23% de los encuestados le quita el sueño. Cabe recordar que el principal responsable del PP de Castellón, el presidente de la Diputación, Carlos Fabra, está imputado por varios delitos contra la Administración.

En Alicante es donde más preocupa la inseguridad ciudadana (a uno de cada cuatro alicantinos) y el agua es un problema más acuciante que en Valencia: el 9% frente al 3,9%.

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