lunes, 9 de abril de 2007

Regreso al campo de batalla de Almansa en el tricentenario de un hecho histórico


ALMANSA.- Cientos de visitantes participan en las denominadas "Rutas y visitas guiadas al campo de batalla en Almansa", una actividad que se viene realizando en la ciudad desde abril del pasado año con motivo de los actos englobados en la conmemoración del tercer centenario de la Batalla de Almansa, que tiene su efemérides el 25 de abril de 1707.

El presidente de la asociación cultural 1707, "Almansa Histórica", Herminio Gómez, se encarga de dirigir cada una de las rutas y ofrecer detalladas explicaciones sobre el campo de batalla, basándose en el cuadro "La Batalla de Almansa", realizado por los autores Phillippo Pallota y Buenaventura Lillis, terminado en 1709, en el que se puede contemplar una imagen muy detallada de la villa a principios del siglo XVIII.

El programa de visitas guiadas está patrocinado por el ayuntamiento almanseño, y tiene como principal objetivo dar a conocer una ruta senderista cuyos participantes se van deteniendo en los lugares más representativos del campo de batalla histórico de la ciudad.

Para ello, se han señalizado ocho lugares por medio de unos hitos de carácter informativo y conmemorativos, basados en el logotipo y en el lema del tercer centenario, "Almansa 2007, Uniendo Caminos", con el fin de certificar que esta historia se desarrolla más allá de nuestras fronteras, y constituye un hecho de ámbito europeo en el que están implicadas diez de las actuales naciones del territorio europeo.

“Tres siglos después, desde Almansa, el mensaje que quiere mandar es de superación de antiguos problemas, exaltación de la paz y constatación de nuestra voluntad de caminar juntos para un futuro mejor”, indica Herminio Gómez.

Ruta a pie

La ruta, que se desarrolla cada quince días, parte a las nueve de la mañana del Centro de Interpretación Histórica, ubicado en la ermita de San Blas –de finales del siglo XVII–, que también fue testigo de la batalla, y se lleva a cabo una charla previa en la que se realiza una aproximación histórica al tema.

Los senderistas inician así una ruta a pie de unos siete kilómetros, visitando diversas zonas interesantes del campo de batalla histórico. Posteriormente, el recorrido se amplía por medio de una ruta en automóvil que se extiende a otros lugares más lejanos, con una recorrido total de unos 25 kilómetros.

El itinerario se encuentra señalizado por medio de placas en francés, valenciano, castellano, e inglés, que aportan datos sobre cada uno de los puntos en los que se encuentran colocados, así como unas siluetas de caballería –delimitando las posiciones del ejército borbónico, de las dos coronas, al mando del comandante jefe, el duque de Berwick–, y una silueta de infantería –que define las posiciones del ejército aliado, dirigido por el comandante portugués marqués Das Minas-, que contribuye a que las personas identifiquen más el ámbito geográfico de la batalla.

Tras partir de la Ermita de San Blas, la ruta recorre el Camino de la Columna, la zona de la Balsa del Concejo y el Cerro Canto Blanco. El campo de batalla comprende una longitud de unos seis kilómetros, desde el Arroyo de los Molinos (Molino de las Monjas), hasta la zona del Cerro de la Atalaya y las inmediaciones de la Rambla de Sugel.

Los participantes pueden identificar con bastante detalle los lugares históricos del campo de batalla que todavía persisten en la realidad comparándolos con la imagen del cuadro de 1709.

En el conflicto participaron ciudadanos procedentes de hasta diez de los actuales países europeos. La batalla se produce en el marco de una guerra europea de 14 años que tiene batallas similares a las de Almansa en Bélgica, Holanda, Alemania, Italia, Francia, etc…

Según Gómez, se trata de una dimensión internacional que en muchos casos llega a estar desconocida ya que se piensa que la batalla fue un enfrentamiento regional, “cuando en realidad está enmarcado en un enfrentamiento mucho más amplio de una dimensión internacional”.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

La Comunitat Valenciana ha aprobado desde el año 2003 289 nuevos escudos municipales y 89 banderas, aprobadas por el Consell Tècnic d’Heràldica i Vexil·lologia, dependiente de la Conselleria de Justicia. En lo que va de año, este organismo ha dado el visto bueno a dos escudos y una bandera.

En la provincia de Castellón se ha aprobado durante 2007 el escudo del Ayuntamiento de Geldo y la bandera de la Vilavella. Asimismo, se ha ratificado este año la bandera del municipio valenciano de la Barraca d’Aigües Vives.

El director general de Administración local, Juan José Pérez Macián, destacó “el impulso que desde la Generalitat se da a la conservación de las señas de identidad de las localidades de la Comunitat a través de la oficialización de sus escudos y banderas, que son reflejo de su historia y características”.

En 1990 el Govern de la Generalitat decide crear el Consell Tècnic d’Heràldica i Vexil·lologia. Hasta ese momento la Generalitat, competente en esta materia desde 1984, solicitaba informes a la Real Academia de la Historia y, en algunos casos, a Pere María Orts y Enric Llobregat, especialistas en heráldica valenciana, para resolver las cuestiones planteadas.

Este consejo es un órgano consultivo, especializado en heráldica, que emite su opinión sobre adopción, rehabilitación o modificación de escudos y banderas, tratamiento y honores de las entidades locales. Entre sus objetivos está el de recuperar parte de la historia del pueblo valenciano.- (EFE)