DENIA.- Tras la resaca electoral, las celebraciones en el seno del Partido Popular no cesan. La exquisita boda entre el conseller de Territorio, Esteban Gozález Pons, y la diseñadora gráfica Pilar Bertolín volvió el sábado a reunir en el magnífico hotel Buenavista de Dénia a la plana mayor popular y a rostros destacados de la sociedad, política y economía valenciana.El enlace, muy british (ellas con pamela y ellos con chaqué), comenzó a las 13 horas. La ceremonia civil, oficiada por el concejal de Alboraya y diputado, Vicente Ferrer, desprendía sensualidad. El texto, escrito por el novio, rezumaba ecologismo. El contrayente, con un traje de Efrén, declaró a su esposa, vestida de Pertegaz, “parque nacional”.
Tras el ‘sí, quiero’, el ágape, servido por Jesús Barrachina, se distinguió por su toque de valencianía con un delicioso arròs del senyoret y los sabrosos vinos de la Comunitat. Los invitados, cerca de 250, destacaron el capricho de la novia: una apetitosa lasaña de pasta fresca con rovellón.
Los novios degustaron el menú en la intimidad: en una mesa para ellos dos solos, situada bajo un árbol. Su complicidad se rompía con los besos de sus hijos: Canu, Jorge y Paula (de Pilar), y María y Esteban (de él).
El brindis, orquestado por Eduardo Nogués, director del circuito de Cheste, reveló que el amor de los recién casados brotó en un secreto picnic en Náquera. Los padres del conseller, Toya y Esteban, y los familiares de ella, estaban emocionados.
Nadie quiso perderse el enlace. Los amigos de él, como el presidente Francisco Camps, que fue acompañado de su mujer, Isabel Bas; el conseller de Economía, Gerardo Camps; el subsecretario de Turismo, Carlos Precioso, no fallaron. Tampoco lo hicieron sus compañeros del Consell: Víctor Campos con su esposa, Paz Ferrín; Rafael Blasco con su mujer, Consuelo Císcar (con un indescriptible tocado); Juan Cotino, Alejandro Font de Mora y Alicia de Miguel.
La alcaldesa Rita Barberá, el diputado Antonio Clemente y la concejal M. ª José Alcón arroparon a la pareja. También acudieron los futuribles consellers Paula Sánchez de León, José Marí y Ricardo Costa.
El ex conseller Fernando Villalonga, el actor Pepe Sancho, el abogado Manuel Broseta Dupré, el director deportivo del Valencia, Amadeo Carboni, el notario Carlos Pascual, el ex director del IVF, José Manuel Uncio, y el torero Vicente Barrera asistieron al enlace. Del empresariado acudieron los constructores Juan Soler, Salvador Vila y Andrés Ballester. El presidente de Bancaja, José Luis Olivas, el presidente de AVE, Francisco Pons, el dirigente de Cierval, Rafael Ferrando, y el consejero delegado de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, también fueron testigos del enlace del conseller González Pons y Pilar Bertolín.
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“Tomadura de pelo al votante y hurto al sistema electoral”. De este modo calificó ayer el concejal electo por el PSOE Lalo Díez la actitud de Luis Díaz Alperi. Esta semana el cabeza de lista del PP en las elecciones municipales y alcalde en funciones de Alicante, ha reconocido que dejará el cargo y propondrá a Sonia Castedo como alcaldesa.
Se da el hecho curioso de que antes incluso de que haya tomado posesión como alcalde Díaz Alperi ya anuncia su retirada. En opinión de Lalo Díez, “el alcalde se ha limitado a poner la cara en los carteles y parece que tiene mucha prisa por irse a Valencia para estar aforado como diputado autonómico”. Añade que Alperi actúa como un monarca como Luis XV, un rey que cede su corona, como si fuera hereditaria a Sonia Castedo”.
El responsable de Comunicación del PSOE durante la campaña electoral considera que esta actitud es una falta de respeto al votante, “puesto que los electores fueron el domingo a votar a Alperi y se encuentran que no será él el que gobierne”. Díez considera que al menos lo tendría que haber anunciado a lo largo de la campaña y “no es de recibo que apenas unos días después de la celebración de los comicios anuncie su retirada”.
Mucho antes de que empezara la campaña electoral en determinados círculos del PP se comentó que en caso de presentarse Alperi como candidato a la Alcaldía no acabaría la legislatura. Pero lo que mucha gente no se esperaba, incluso dentro del propio Partido Popular es que el anuncio iba a ser tan rápido como lo ha sido.
Blindaje
Desde el momento en que se dio a conocer que Alperi estaba en la lista autonómica se interpretó que era una forma de blindaje contra las imputaciones que tiene en el juzgado por el caso Mercalicante y por el del sobrecoste de los aparcamientos subterráneos adjudicados a Enrique Ortiz.
El aforamiento significa que la administración judicial, en este caso los juzgados de instrucción que llevan el caso, deben pasar el caso al Tribunal Superior de Justicia (TSJ), porque en su condición de diputado está aforado, es decir, requiere el permiso del TSJ en su condición de representante de los ciudadanos. En realidad es una medida para primero obstaculizar el proceso judicial y, en segundo término retrasarlo y así corre el tiempo para una hipotética prescipción del proceso.
De "Las Provincias"
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