VALENCIA.- Después de separar el trigo de la paja entre los activos
inmobiliarios, algunas entidades financieras han decidido terminar
determinadas promociones que recibieron a medias, pero que tienen unas
aceptables expectativas de venta, según www.valenciaplaza.com
Éste es el caso de Altamira (inmobiliaria del Santander) o Solvia (inmobiliaria de Sabadell CAM)
en la Comunitat Valenciana. En el primer caso, la obra reiniciada está
en el ciudad de Valencia, pero en el segundo se ha optado por retomar la
construcción de unos apartamentos en Alicante, un producto y una zona
doblemente castigada por la burbuja, y replantear un polémico proyecto
internacional en México: el proyecto de Cabo Cortés.
Hay que tener en cuenta que, a diferencia de Bankia
y otras entidades, Santander y Sabadell CAM no podrá vender activos
tóxicos al 'banco malo', sino integrarse en esta nueva sociedad como
accionistas, tras los aceptables resultados obtenidos en el valoración
realizada por la consultora Oliver Wyman para el Banco de España.
En el caso Altamira, la obra es un inmueble del que se pone a la venta 37 viviendas de
entre uno y tres dormitorios con precios de 1.300 a 1.900 euros el
metro cuadrado. Situado en la calle Pedro Cabanes de Valencia, junto a
la Avenida Doctor Peset Aleixandre, la construcción fue iniciada por Lubasa, que se deshizo del activo en beneficio del Santander en el último proceso de refinanciación de la compañía castellonense.
El
avanzado estado de la construcción y la existencia de una demanda para
este tipo de inmuebles de gama media está detrás de la decisión de
completar la construcción para darle salida. La posibilidad de encontrar
un promotor al que venderle la obra era menos viable que asumir la
propia entidad todo el proceso, desde la construcción hasta la
comercialización y gestión de los créditos de los futuros propietarios.
Caso
distinto es el de Solvia y el Sabadell CAM. Después de deshacerse de
buena parte de los activos de la antigua CAM con rebajas de hasta el 60%
(posibilitada por las provisiones y las condiciones favorables
obtenidas para integrar la entidad alicantina), ha reiniciado las obras
en distintos inmuebles para dar salida también a un producto más
afectado por la paralización de obras, los partamentos turísticos.
Fuentes
de la entidad aseguran que la política de la entidad busca "la
movilización de terrenos y solares edificables mediante la promoción de
nuevas viviendas", condicionando su ejecución y financiación en función
de las características del activo, considerado viable por la
inmobiliaria del grupo, Solvia.
En esta línea, la entidad ha iniciado en la última semana de agosto la construcción de la segunda fase del Residencial Playa de San Juan en el PAU 5 de Alicante.
La promoción comprende la construcción de 80 viviendas, 130 garajes, 80
trasteros y dos locales comerciales. La fecha prevista para la entrega
de viviendas es abril de 2014, pero la comercialización no empezará
hasta diciembre de este año, coincidiendo con una jornada de puertas
abiertas.
Los inmuebles irán saliendo a la venta de forma
progresiva, siguiendo el modelo de otras promociones, como la primera
fase de este mismo complejo, que ha sido vendida casi en su integridad, a
pesar de la contención general del crédito y del gasto doméstico.
Uno
de los principales problemas que tenía esta zona era la falta de
servicios, pero la reactivación del proceso de urbanización, iniciada en
febrero de este año, ha permitido dinamizar el proyecto. La buena
aceptación de la primera fase, que se ha vendido casi en su integridad,
según fuentes de la entidad, ha animado a seguir sacando partido a este
activo.
Respecto
al proyecto Cabo Cortés, también heredado de la CAM y que arrastraba
una larga polémica con las autoridades y grupos ecologistas mejicanos al
afectar a un paraje natural, la entidad ha decidido retomarlo, pero
replanteadolo de raíz junto a su socio en el proyecto, la constructora OHL.
Hace
unos meses, en vísperas de la elecciones presidenciales mejicanas, las
autoridades de aquel país anularon el desarrollo del proyecto por la
falta de la declaración ambiental pertinente. Ante esta situación,
Sabadell CAM va a proponer un nuevo proyecto con una menor
edificabilidad y más "consensuable" con los colectivos y autoridades
mejicanas.
Hasta el momento, Solvia se ha deshecho del 60% de las promociones más grandes heredadas de la CAM (Marina d'Or, Seseña...)
y ha aprovisionado por un 55% del valor nominal para poder tener margen
de rebaja de precios. De hecho, no descarta la puesta en marcha de
nuevas promoción en los próximos meses.
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