ALICANTE.- Una mujer de 99 años ha realizado este jueves
una crucifixión simbólica frente a la sede central de SabadellCAM en
Alicante para reclamar una cantidad aproximada de tres millones de euros
que, según asegura, invirtió en la antigua Caja Mediterráneo (CAM), así como para apoyar a los afectados por productos financieros, como preferentes.
Así, se ha presentado frente al edificio de la entidad en la
capital alicantina junto a su cuidadora, quien ha portado la cruz, y ha
explicado a los periodistas que pretendía "crucificarse" --aunque
finalmente no lo ha hecho debido a su avanzada edad-- para reclamar su
inversión y para respaldar a los miembros de la Plataforma CAM, que
representa a titulares de preferentes y productos financieros, de la
cual también se han dado cita unas 15 personas.
La afectada ha explicado que el dinero que solicita lo obtuvo al vender una finca "a la que tenía mucho cariño", y que posteriormente lo depositó en un plazo fijo. "Me dijeron que invirtiera en un negocio fabuloso de chalets en Ruidera (Ciudad Real), que estaban vendidos, mentira, y a parte de eso un dinero a plazo fijo a nombre de mis nietos, y nada".
Igualmente, ha resaltado que le queda "poca vida" y ha incidido en que ha sido engañada "con unas cosas que había que hacer que no se han hecho, con unas cosas que había vendido y que no estaban vendidas".
"Enredaron a un nieto mío que se metió en ese asunto, y lo que puse a
plazo fijo había que cambiarlo de un lado para otro para que diera el
mismo interés, y del mismo interés nada. Tenía 9.000 euros de interés y
no se me quedó ni en 600", ha manifestado.
La mujer ha recalcado que está "perfectamente de la cabeza", y ha apuntado que se ha hecho un certificado médico "para que no haya dudas". Al ser preguntada sobre su situación actual, ha indicado que es "malísima", al tiempo que ha subrayado que tiene "deudas en todas partes". "Tendré que acabar vendiendo mi casa", ha lamentado.
En cuanto a los motivos que le han llevado a protestar de esta manera, ha afirmado que lo hace "por todos los engañados".
"No hay derecho a que en España pasen estas cosas, no hay derecho a que
todos sean unos sinvergüenzas, se llenen los bolsillos, se larguen, y
dejen a la gente así; hay que hacerlo por esta gente", ha agregado.
Por su parte, el portavoz de la Plataforma CAM, Carlos Pena, ha
expuesto que, tras hablar con la mujer, le pidió que no realizara la
crucifixión, "que no se atara los brazos, por su avanzada edad, puesto que podía ahogarse y perjudicarse".
Además, ha señalado que el colectivo al que representa cuenta con
un 60 por ciento de miembros de más de 65 años y que también trabajan
con personas que no saben leer ni escribir o con discapacitados
psíquicos. "Luchamos por ellos, se les ha hecho una barbaridad. Es una vergüenza", ha enfatizado.
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