MADRID.- El Ministerio de Fomento ultima la
constitución de la nueva sociedad pública de autopistas con la que se
busca evitar la quiebra a una decena de vías pago que actualmente
afrontan problemas económicos y financieros, y que en su mayor parte
están en concurso de acreedores.
Todas estas autopistas, salvo Ausur (la que une Cartagena y Vera),
han manifestado ya al Departamento que dirige Ana Pastor su disposición
a sumarse a la empresa pública, según informaron
fuentes del sector.
Respecto a Ausur, en caso de que mantenga su rechazo a sumarse al
proyecto, el Ministerio sopesa proponer al resto de concesionarias
comprar entre todas el porcentaje de participación que le correspondería
en la nueva empresa pública.
La sociedad de autopistas, que debe estar lista antes de fin de
año y que se aprobará por Real Decreto, se constituirá así a partir del
proyecto diseñado por Fomento.
Según este proyecto, el Ministerio, a través de su sociedad
Seittsa, controlará el 80% del capital de la empresa de autopistas. El
20% restante se lo repartirán las sociedades concesionarias actualmente
titulares de las autopistas en problemas que se integrarán en la
empresa.
Este porcentaje de participación parte con un valor de 122
millones, dado que la sociedad se constituye valorada en 608 millones.
La parte correspondiente al Estado equivale a la capitalización de las
ayudas que hasta ahora ha dado al sector.
El proyecto contempla también que, además del porcentaje del 20%
en la nueva sociedad, Fomento abonará a las concesionarias 350 millones
de euros por los importes que les adeuda por las expropiaciones de los
terrenos sobre los que se construyeron las autopistas y las
modificaciones que sufrieron sus proyectos de obra.
En paralelo, el Departamento de Ana Pastor ya tiene cerrado un
acuerdo con los bancos acreedores de las autopistas, que suman una deuda
de unos 3.500 millones de euros. Este acuerdo con la banca es el que
exige que la nueva empresa de autopistas esté lista antes de fin de año.
Las autopistas que se integrarán en la sociedad son las cuatro
radiales de Madrid, la Madrid-Toledo, la Ocaña-La Roda, la
Cartagena-Vera, la circunvalación de Alicante y la que une Madrid y el
aeropuerto de Barajas. Sus sociedades concesionarias están en su mayoría
participadas por las grandes constructoras (ACS, Sacyr, Ferrovial OHL y
Abertis), además de por Globalvía (grupo de concesiones de FCC y
Bankia) y alguna entidad financiera.
Todas estas vías, las de más reciente construcción y que
supusieron una inversión de unos 5.600 millones de euros, se han visto
afectadas por los sobrecostes que afrontaron con la expropiación de los
terrenos sobre los que se construyeron y el desplome de los tráficos por
la crisis.
El proyecto de Fomento se ha diseñado a un horizonte de cuarenta
años. Parte de la previsión de que el tráfico conjunto de la decena de
autopistas siga cayendo hasta 2015 y empiece a crecer entre un 2% y un
2,5% en ejercicios sucesivos.
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