La sentencia absolvió, a la vista de ese veredicto, al exconcejal de Urbanismo de Polop y sucesor de Ponsoda, Juan Cano; al empresario del calzado Salvador Ros; a los responsables del club Mesalina, donde según acusaciones e investigadores se urdió el crimen, Pedro Hermosilla y Ariel Gatto, y a los considerados presuntos sicarios: Raúl Montero Trevejo, Robert Franek y Radim Rakowski. 
Ahora, tras la decisión de no recurrir, será firme.
Las dos acusaciones reclamaban 25 años de prisión para los cuatro acusados de ser instigadores del crimen y 27 para los considerados presuntos autores materiales del asesinato, al sumar dos años más por tenencia ilícita de armas.
La fiscal del caso, Lourdes Giménez-Pericás, argumenta que el hecho de que haya una sentencia absolutoria, basada en la inexistencia de "pruebas personales", hace que se inclinen a no recurrir, según .
Desde el Ministerio Fiscal sostienen que solicitar la nulidad del juicio, no implicaría un cambio en el veredicto de jurado, que declaró la no culpabilidad al no ver "suficiente" el testimonio del testigo protegido -un portero que trabajó en el club de alterne- por "su falta de credibilidad debido a las distintas versiones" y al haber "dudas fundadas" sobre la veracidad de su "testimonio cambiante".
En la misma dirección apunta el letrado de la acusación particular, Vicente Guerri, quien señala que, de aceptarse el recurso, se celebraría un nuevo juicio que dependería de las mismas pruebas y de la fiabilidad que el nuevo jurado otorgue al testigo protegido, por lo que "estaríamos en la mismas", al no haber "ningún indicio nuevo", ha dicho.
Vicente Guerri, en cualquier caso, reitera que ve algunas "contradicciones" y "defectos procesales" en el veredicto que podrían haber sido objeto de recurso, aunque "no es suficiente", ha puntualizado el letrado.
El letrado ha afirmado que para las hijas del alcalde asesinado la sentencia absolutoria ha sido "muy dura", pero se han sentido muy apoyadas por los vecinos del Polop, que "se están volcando con ellas". 
Además, ha añadido que no ha habido interacción con ninguno de los acusados, por lo que de momento no se ha pensado en solicitar ninguna medida. "Ellas no han sido ni las que los han acusado ni juzgado", ha concluido.
Alejandro Ponsoda, alcalde de la localidad alicantina de Polop, fue tiroteado a las 21.20 horas del 19 de octubre de 2007, a las puertas de su domicilio, en la pedanía de Xirles y murió el 27 de ese mismo mes en el hospital como consecuencia de las lesiones sufridas.