En la actualidad, prosiguen los trabajos para exhumar los
cuerpos de decenas de alicantinos y alicantinas. Sin embargo, corresponde al consistorio el
deber de adecentar las ubicaciones que durante años han permanecido en
el olvido, por lo que presentan un aspecto lamentable que hiere a los
familiares de los represaliados y que ninguna sociedad democrática se
debe permitir por respecto a las víctimas.
“Es indecente que el
Ayuntamiento mantenga sucias y descuidadas las parcelas donde se ubican
las fosas comunes. Los socialistas consideramos inaceptable que la
superficie se encuentre repleta de matojos entremezclados con las flores
y lápidas improvisadas que han colocado durante años los familiares que
no tuvieron la oportunidad de dar sepultura digna a sus seres queridos.
La memoria de las víctimas, su reconocimiento, reparación y
dignificación, representan un inexcusable deber moral en la acción
política y es signo de la calidad de nuestra democracia”, ha trasladado
Amorós. La edil ha reclamado también al Consell que mantenga los
programas para exhumar todos los restos que continúan en fosas comunes y
que durante décadas han permanecido bajo una losa de indiferencia
imperdonable.
En esa línea, los socialistas han vuelto a exigir
la retirada del catafalco en honor del falangista José Antonio Primo de
Rivera del Cementerio Municipal de Alicante, en cumplimiento de la Ley
de Memoria Democrática, y para evitar congregaciones de grupos que
exaltan la Dictadura franquista. Hablamos de un elemento que, además,
está situado en una de las parcelas que albergan las fosas comunes con
represaliados del franquismo así como las víctimas del bombardeo del 25
de mayo de 1938 sobre el Mercado Central de Alicante.
Instituto de la Memoria Democrática
Por otro lado, el Grupo Municipal Socialista ha reclamado a la Generalitat Valenciana que continúe la ejecución del proyecto para abrir el Instituto Valenciano de la Memoria Democrática, los Derechos Humanos y las Libertades Públicas en el Puerto de Alicante, tal y como estaba previsto.
En concreto, en el antiguo edificio de Sanidad Exterior. Esta
sede estaba planificada como un espacio de carácter didáctico y cultural
para el impulso, difusión y divulgación de la memoria democrática,
sirviendo asimismo como centro de documentación.
Amorós ha
resaltado la ubicación simbólica de este centro en el Puerto de
Alicante, al ser el lugar desde el que partió el Stanbrook, el buque
que hizo posible la última evacuación de refugiados republicanos el 28
de marzo de 1939, justo cuatro días antes de que finalizara la guerra
civil española.
“Alicante no puede renunciar a su memoria. Es
importante dar a conocer la historia para reforzar la importancia de los
valores democráticos y, en definitiva, para que nunca se vuelva a
repetir una de las páginas más negras de la historia de España”.
Cabe
recordar que la Ley de Memoria Democrática declara el 31 de octubre
como el día de recuerdo y homenaje a todas las víctimas, porque es la
fecha en la que se aprobó en 1978 la Constitución española por las
Cortes en sesiones plenarias del Congreso de los Diputados y del Senado,
y en la que se produjo, veintinueve años después, la aprobación de la
Ley 52/2007, de 26 de diciembre, conocida como de Memoria Histórica.
Por
todo ello, los socialistas proponen al gobierno del PP, con ocasión del
31 de octubre, que se sume a los actos de homenaje que ya se celebran
en numerosos municipios para rendir tributo a los hombres y mujeres de
España que comprometieron su vida y su libertad en la lucha por la
democracia y las libertades y contribuyeron con su sacrificio al régimen
constitucional y democrático de convivencia y pluralismo que hoy
disfrutamos.
Además, les instamos a desarrollar cuantas actuaciones sean necesarias para preservar y mantener la memoria de las víctimas del golpe militar, de la guerra y la dictadura franquista, a través del conocimiento de la verdad, como un derecho de las víctimas, el establecimiento de la justicia y fomento de la reparación y el establecimiento de un deber de memoria de los poderes públicos, para evitar la repetición de cualquier forma de violencia política o totalitarismo.
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