El comunicado señala que, tras analizar la propuesta de ley y sus "deficiencias", las entidades firmantes llevarán a cabo acciones para sensibilizar a la sociedad y mostrar a la Conselleria de Educación de "los riesgos que comporta la proposición de ley en la versión actual".
A su juicio, esta proposición de ley sobre la libertad educativa "no es adecuada en el contexto educativo y sociolingüístico" actual, por lo que reclaman que se retire y que la Conselleria "lleve a cabo una política lingüística decidida y comprometida con el valenciano", ante la "situación de debilidad extrema" de esta lengua.
El comunicado sostiene que "no es cierto que hasta ahora se haya negado a las familias la posibilidad de participar en el plan lingüístico de su centro", que hacían con el resto de la comunidad educativa, a quien "ahora se excluye del proceso de decisión".
"Para el legislador, la libertad lingüística es, estrictamente, libertad para no estudiar en valenciano", denuncia, al tiempo que añade que es la administración educativa, con el asesoramiento científico necesario, quien establece "cuáles son los aprendizajes fundamentales que deben formar parte del currículum de enseñanza porque se ajustan a unos estándares de calidad básicos".
Igualmente, censura que la propuesta normativa "no prevé ninguna medida que compense la delicada situación sociolingüística en que se encuentra el valenciano, sino justo lo contrario", puesto que considera que pone "en libre competencia dos lenguas que, de partida, tienen unas condiciones sociolingüísticas muy desiguales", en la que el valenciano vive una situación de "emergencia lingüística", mientras que "es absolutamente falso que la lengua castellana se encuentre en situación de minorización".
"El efecto de un sistema de elección de lengua vehicular como el que se propone comportará definitivamente la exclusión del valenciano de los centros educativos, fuera de la presencia mínima en que tiene que ser vehicular y de la asignatura misma. Con una sociedad fuertemente castellanizada, especialmente en el caso de las zonas urbanas, la libre competencia entre las dos lenguas favorecerá la dominante, el castellano, y hará muy difícil el acceso a la enseñanza en valenciano a las minorías que puedan solicitar que esta sea la lengua de enseñanza", lamenta el comunicado.
Asimismo, el texto apunta que, tras "décadas de una política lingüística claramente insuficiente o directamente contraria al objetivo de hacer normal socialmente el valenciano", esta propuesta de la Generalitat "hace prever que entramos, nuevamente, en un proceso de contraplanificación lingüística, previsiblemente la más grave que se ha conocido en democracia".
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