VALENCIA.- La Comunitat Valenciana cuenta con un total de 209.700 viviendas pendientes de venta, después de que el stock pasase del 6,2 por ciento de finales de 2010 hasta el 6,4 por ciento en el tercer trimestre de 2011 --frente a la media nacional del 3,2 por ciento--. Así lo recoge el quinto informe sobre el sector inmobiliario residencial en España publicado por el Servicio de Estudios de CatalunyaCaixa, que precisa que 113.900 de esas viviendas están en la provincia de Castellón, que concentró casi todo el aumento.
En concreto, Castellón incorporó 7.300 nuevas viviendas y tiene pendiente de venta el 21,5 por ciento del parque total, mientras que Valencia sumó 144 y acumula 39.600 inmuebles (2,7% del total), y Alicante tiene 56.300 viviendas a la venta (4,2%) tras reducir su stock en 317 inmuebles por la reactivación de la demanda extranjera.
Ese informe ha sido presentado este lunes en Valencia por el director general de CX Inmobiliaria, Jordi Pérez, el director del Servicio de Estudios de CatalunyaCaixa, Ramón Roig, y por el catedrático de Economía Aplicada de la Universitat Autónoma de Barcelona Josep Oliver, director del estudio.
Respecto a la dinámica de absorción del stock en los próximos años, se espera que el volumen de viviendas acabadas en 2012 sea de unas 8.000 unidades, mientras que las perspectivas de creación de nuevos hogares se mantienen muy poco favorables, en torno a los 30.000 entre finales de 2011 y de 2015. Así, las perspectivas agregadas son algo menos halagüeñas que para el conjunto estatal.
En concreto, la estimación del excedente de vivienda principal se sitúa en 173.000 unidades en septiembre de 2011, mientras que se prevé que prácticamente se mantenga y sume 172.000 a finales de 2015.
A nivel demográfico, la Comunitat también presenta perspectivas más desfavorables en ese horizonte 2015 por la salida de inmigrantes y el envejecimiento de la población, con cerca de 30.000 nuevas familias y una media de 5.600 por año --frente a las 56.300 de media entre 1999 y 2008--, lo que no permitirá reabsorber a medio plazo esas 172.000 primeras viviendas pendientes de venta.
En ese contexto, los responsables del estudio instan al sector a centrarse en las "nuevas demandas potenciales", sobre todo en los jóvenes con recursos que viven con sus padres, ya que "España tiene el peso más elevado de jóvenes viviendo con sus padres entre los grandes países de la Unión Europea y el peso más bajo de familias viviendo en alquiler". "Si sumamos las dos cosas, uno piensa que quizá una política de fomento del alquiler podría incentivar la salida de jóvenes de los hogares de sus padres, aumentar el número de hogares y por tanto, la demanda de vivienda y contribuir al ajuste que el sector y la economía española necesitan", ha explicado Oliver.
De hecho, el estudio calcula que la demanda potencial de vivienda podría aumentar en más de 500.000 hogares en España con una política continuada de fomento del alquiler en el periodo 2011-2015. A modo de ejemplo, apunta a los incentivos implantados por la fiscalidad francesa en 2009, que hacen que la rentabilidad del alquiler en España sea casi medio punto inferior a la que obtendrían en ese país.
Para obtener esa cifra, señala que de los 5,6 millones de jóvenes españoles de entre 20 y 39 años que vivían con sus padres en septiembre de 2011 --casi 400.000 de 39 años--, 2,9 millones trabajan y podrían costearse un alquiler que no superase el 30 por ciento de su sueldo --tomando como referencia media un alquiler mensual de 680 euros por una vivienda de 90 metros cuadrados nueva sin muebles--.
Así, abogan por centrarse en la oferta de alquiler y reclaman "acciones públicas para sentar las bases para que hubiera una oferta asequible en todas partes en que haya demanda potencial", ya que el grueso de la oferta se concentra en las principales capitales. "Hemos entrado en un mundo de incertidumbre creciente en el que el alquiler puede y debería jugar un papel mayor, pero lo primero es que haya condiciones para que la oferta pueda ofrecer ese producto", ha dicho.
Según Oliver, desde el inicio de la crisis, el peso de los hogares que viven en alquiler sobre el total ha aumentado desde el 13,6 por ciento en 2006 hasta el 16,1 por ciento en 2010. En ese año, el 17 por ciento de la población española vivía en alquiler, frente al 33,2 por ciento de la media de los países europeos. Además, cerca del 53 por ciento de los jóvenes de 18 a 34 años residían en el hogar paterno, frente a la media del 44 por ciento de la Unión Europea.
Desde CatalunyaCaixa también destacan la reactivación de la demanda extranjera, especialmente en el sur de Alicante, y valoran que el sector "está reaccionando y va a buscar los clientes donde están" para "convencerlos" de que compren una segunda residencia en España, lo que podría aumentar con "facilidades" fiscales.
Además, se muestran partidarios de impulsar una "gestión proactiva" con los profesionales del sector para fomentar esas demandas potenciales y, de hecho, esta mañana han presentado el estudio a 90 empresarios de la Comunitat Valenciana.
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