MADRID.- El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, ha abogado por que las entidades financieras culminen el saneamiento de sus balances por su exposición al 'ladrillo' durante el presente ejercicio, y por que se limite el uso de fondos públicos.
A falta de conocer los detalles de la reforma financiera que presentará el Gobierno próximamente, Botín sostuvo que la exigencia de provisiones adicionales sobre activos inmobiliarios por importe conjunto de unos 50.000 millones de euros "va en la buena dirección".
Durante la presentación de los resultados anuales del Santander, el presidente del primer banco español subrayó que las provisiones "deberían constituirse este ejercicio en su totalidad", y que "cada entidad deberá hacer sus propias provisiones" limitando el uso de recursos públicos.
Botín aseguró que la reforma financiera "debe finalizar cuanto antes" y que "hay que dar nuevos pasos", a pesar de que se ha avanzado mucho en el proceso de reestructuración del sector con la transformación de las cajas de ahorros y la reducción del número de entidades.
El presidente del Santander defendió que las entidades no viables "deberían ser vendidas" y que el nuevo entorno bancario deberá contar con entidades más grandes, más sólidas, más eficientes, y con una red de distribución más ajustada a la dimensión del negocio..
Botín recordó que "los bancos ya han hecho un esfuerzo excepcional" y sin precedentes en Europa con motivo de la obligada fusión de los Fondos de Garnatía de Depósitos de bancos, cajas y cooperativas de crédito "a fin de solucionar, con recursos del fondo de los bancos, los problemas de algunas cajas de ahorros".
A su parecer, los pasos que está dando el Gobierno español en el ámbito de las reformas y de la consolidación fiscal "son muy positivos" y están colaborando a que la deuda pública española haya tenido una evolución muy favorable en las últimas semanas. "Son medidas dolorosas en el corto plazo, pero imprescindibles de cara al futuro", enfatizó.
Botín sostuvo que el Santander acometerá el incremento de las provisiones para afrontar eventuales pérdidas por su exposición al sector inmobiliario este mismo año, y puntalizó que la entidad ya ha elevado el nivel de cobertura de los inmuebles adjudicados en España al 50%.
El Santander se ha anticipado a los requerimientos adicionales anunciados por el Gobierno en materia de provisiones al dotar 1.812 millones de euros a saneamientos brutos, lo que ha establecido el beneficio atribuido en 2011 a 5.351 millones de euros, lo que significa un 35% menos que el año pasado.
Emilio Botín pronosticó que el ejercicio 2012 en España se presenta "muy difícil", aunque registrará una mejoría a medida que llegue a su fin, al contrario de lo sucedido en 2011. Este año "va a ir de menos a más", consideró el presidente del Santander.
Botín también incidió en que el país necesita "cuanto antes" tener una reforma laboral "profunda y de calado", que dé flexibilidad a las empresas y que establezca criterios de productividad en temas salariales. "Y que consiga crear empleo", apostilló.
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