ALICANTE.- La
insostenible situación de su cuenta de resultados hizo que Caja
Mediterráneo (CAM) encontrara su tabla de salvación en el protocolo
firmado en 2010 para constituir un Sistema Integral de Protección (SIP)
junto con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura. Una operación que
acabaría saltando por los aires en abril del año pasado, cuando, a raíz
de las inspecciones realizadas por el Banco de España, afloró la
situación contable real de la caja de ahorros alicantina.
Los
últimos meses de 2010 fueron de una actividad frenética en la sede
central de CAM. No sólo por los preparativos de la «fusión fría», que
obligaban a armonizar la estructura de las cuatro cajas asociadas, sino
también porque el equipo directivo de la entidad financiera alicantina
consolidó sus privilegios —garantizándose pensiones vitalicias y la
posibilidad de acogerse al ERE en condiciones más ventajosas que el
resto de la plantilla— antes de que CAM perdiera su autonomía.
Además
de ello, en sus últimas sesiones, el consejo de administración de la
caja aprobó la concesión de nuevos créditos a su presidente, modesto
Crespo, y a su entonces director general, Roberto López Abad, quien en
diciembre de 2010 abandonaría el cargo para incorporarse al consejo del
Banco Base, constituido junto a Cajastur, Caja Cantabria y Caja
Extremadura.
El consejo de
administración de CAM aprobó el 21 de diciembre de 2010 refinanciar un
préstamo de 5 millones de euros otorgado meses atrás a Automóviles
Crespo, la empresa del propio presidente. En concreto, se acordó ampliar
el plazo de amortización de esta operación destinado a la compra de 41
vehículos, dice hoy 'Abc'.
Dos
meses antes, el 28 de octubre de 2010, el consejo de administración
también había aprobado la concesión de otro préstamo de 400.000 euros al
entonces director general, Roberto López Abad, para la compra de una
vivienda. Este crédito se autorizó con un plazo de devolución de 60
meses, con las condiciones ventajosas establecidas para los empleados de
la caja y utilizando como aval la participación de López Abad en el
plan de pensiones de la entidad.
También
en los meses previos a la firma del SIP —cuya ruptura precipitaría la
intervención de la CAM por el Banco de España—, la caja alicantina
aprobó otras importantes operaciones de crédito e inversión a distintas
instituciones, según los datos a los que ha tenido acceso Abc.
El
mismo consejo de administración del 28 de octubre de 2010 que aprobó el
crédito a López Abad, acordó la compra de bonos del Consell por un
importe total de 500 millones de euros, con una «comisión de
aseguramiento» de 25,2 millones. El plazo de vencimiento de dicha
emisión concluye pasado mañana.
También
en el plano institucional, ya en el mes de enero de 2011, el consejo
presidido por Modesto Crespo aprobó otro crédito de 50 millones de euros
al gobierno de la Región de Murcia. El proyecto Parque Príncipe Murcia
recibió, además, otra inyección económica de la CAM de 27 millones de
euros.
Y
en la última sesión del año 2010 —cuando María Dolores Amorós asumió la
dirección general en sustitución de López Abad—, el consejo de
administración aprobó un crédito de 200 millones de euros para Tenedora
de Inversiones y Participaciones (TIP), el grupo matriz que gestiona
todas sus inversiones industriales.
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