MADRID.- España ha vivido muchos días negros en las últimas semanas, pero ninguna de ellas fue tan oscura como la de este viernes. La prima de riesgo superó por primera vez los 600 puntos básicos, cerrando en 610, y la rentabilidad del bono español a diez años se situó en el 7,26%, zona considerada ya de rescate. Son . También la Bolsa se desplomó, al cerrar el Ibex 35 con unas pérdidas del 5,82%, la mayor caída desde mayo de 2010.
De nada ha servido a los mercados el nuevo plan de ajuste del gobierno de Mariano Rajoy, el más profundo en la historia de la democracia española, que motivó que el pasado jueves miles de ciudadanos salieran a la calle para rechazar unos ajustes con los que se prevé ahorrar 65.000 millones de euros hasta 2014.
Tampoco calmó a los mercados el acuerdo final del Eurogrupo, alcanzado este viernes por videoconferencia, para conceder a España hasta 100.000 millones de euros para el rescate del sistema bancario.
La desconfianza de los inversores en el país se acrecienta y la
crisis de deuda se acentúa. Esta semana quedó patente, en las dos
subastas de deuda pública que hubo, que España paga ya más por su deuda a corto plazo que por la deuda a largo plazo.
La situación es insostenible en el tiempo, según los expertos. Y gana
fuerza el temor de que el país vaya a tener que recurrir también a sus
socios europeos para un rescate total de su economía.
"Estamos viviendo la situación que estamos viviendo y a veces es
incomprensible por la gran incertidumbre que existe sobre la zona euro y
todos tenemos que trabajar para conseguir que las dudas se despejen",
dijo la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Aunque la número dos del Ejecutivo español aseguró que "la posibilidad de salir de la crisis es real",
justificó los nuevos recortes del gobierno apelando a la inacción de
años pasados, que fue, según ella, la que llevó al país a la situación
actual.
El gobierno confirmó este viernes oficialmente que el país seguirá en
recesión el año que viene, con una contracción del PIB del 0,5% en vez
del crecimiento inicialmente previsto del 0,2%. Esa contracción se
sumará, según las nuevas previsiones anunciadas por el Ejecutivo, a la
de un 1,5% este año, una cifra que no obstante mejora en dos décimas la previsión anterior.
El desempleo, la consecuencia más dramática de la situación que vive
España, seguirá disparado este año y el próximo: para 2012, el Ejecutivo
prevé una tasa del 24,6%(frente al 24,3%previsto antes). En 2013 será del 24,3% y en 2014, cuando según el Ejecutivo habrá ya un crecimiento del PIB del 1,2%, alcanzará el 23,3%.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, desgranó ayer estos
nuevos datos en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en
el que se aprobó el techo de gasto para los presupuestos generales del
Estado de 2013. Ese techo de gasto, de 126.792 millones de euros, es
superior en un 9,2% al de este año, pese a la necesidad de ahorro, sobre
todo porque hay que pagar la deuda y los intereses se han incrementado,
explicó.
Tras la última flexibilización de los objetivos de déficit público por parte de Bruselas, España tiene que reducirlo este año hasta el 6,3% del PIB y hasta el 4,5% en 2013. En 2014 tendrá que situarlo ya por debajo del 3%.
Al tiempo que se hacían públicas las nuevas previsiones, se conocía
que la Comunidad Valenciana solicitará al Gobierno central un rescate
para atender sus pagos pendientes.
La comunidad gobernada por Alberto Fabra está asfixiada por las
deudas y no tiene dinero para pagar a los proveedores, entre ellos las
farmacias. Por esta razón, apela a la ayuda del Fondo de Liquidez
Autonómica (FLA) creado recientemente por el gobierno central con 18.000
millones de euros para que las comunidades autónomas en problemas
puedan hacer frente a sus pagos ante la falta de liquidez en los
mercados.
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