"La regulación ataca de dos formas. Primero está dañando la imagen reputacional (sic) y la morosidad y al mismo tiempo está retrayendo beneficios vía provisiones", dijo José Antonio Olavarrieta durante un encuentro organizado por Deloitte.
El directivo explicó que las entidades financieras se ven obligadas a registrar como morosos los créditos impagados sólo durante tres meses, y que además, en el caso de los créditos hipotecarios, obliga a apuntar como mora el cien por cien del valor, cuando están respaldados por una garantía.
"El nivel de exigencia es muy alto (...) La garantía siempre tendrá un valor", afirmó Olavarrieta.
El representante de la CECA también pidió que se reevaluase el marco regulatorio y dijo que era necesaria una hoja de ruta ante la actual coyuntura.
"Reflexionar sobre ese marco regulatorio creo que es importantísimo (...) y por supuesto sobre la necesidad de que exista un 'road map', no para hacer ningún manguerazo ni para salvar ninguna entidad financiera, sino que permita ayudar a aquellas entidades que en un futuro puedan tener problemas de solvencia", declaró.
Olavarrieta aprovechó para defender la posición financiera de las cajas y afirmó que la concesión de créditos por parte de estas entidades es superior a la de los bancos, y que en marzo su morosidad ha descendido frente al mes anterior.
"En marzo, la morosidad ha bajado. En marzo de este año, la morosidad de las cajas es de un 4,65 por ciento", dijo.
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