El último informe de la Brigada Policial contra la Delincuencia Económica y el Blanqueo de Capitales incluye dos nuevas pruebas documentales. Una de ellas consiste en diversos correos electrónicos de las empresas corruptas y de sus dirigentes, así como de José Tomás, director de ventas de las tiendas de ropa donde se vistieron los dirigentes del PP y principal testigo de cargo contra Camps.
Esos correos acreditan, según el informe policial, las relaciones comerciales entre ambos y las facturas pendientes y pagadas correspondientes a ropa adquirida por cinco dirigentes valencianos: Francisco Camps, Ricardo Costa (número dos del PP en esta comunidad), Víctor Campos (ex vicepresidente autonómico), Rafael Betoret (ex jefe de gabinete de la Consejería de Turismo en la época en la que fueron adjudicados pabellones de turismo a Orange Market, la filial valenciana de la trama corrupta) y Pedro García (el máximo responsable del canal autonómico de televisión).
La otra prueba también es novedosa y refuerza la tesis del pago de regalos de la trama de Correa, que a través de Orange Market logró contratos de al menos ocho millones de euros de la Administración valenciana, un lugar donde nunca había trabajado hasta que Camps llegó al poder y Álvaro Pérez, amigo íntimo de Camps, se trasladó de Madrid a Valencia y pasó a lograr casi todos los contratos del PP valenciano y algunos de la Administración de esta comunidad.
Esta segunda prueba es aún más concreta. El informe policial señala que en la embarcación de recreo de la trama, de nombre Parapipi, fondeada en el puerto deportivo de Altea, la policía requisó un ordenador portátil. Al analizar su disco duro encontraron un archivo con el nombre "cuentasmilano".
El documento era en realidad un folio manuscrito y escaneado donde aparecía una relación de personas a las que se adjuntaban unas cantidades y una ropa determinada. Se trata, según la policía, de todas las prendas supuestamente regaladas al presidente valenciano y a alguno de sus colaboradores.
En la lista están Álvaro Pérez (jefe de Orange Market), Pablo Crespo (número dos de la trama de Correa), Camps, Betoret, Costa y Pedro García. A cada uno de ellos se le asignan diversas prendas, trajes, pantalones o chaquetas, cada una de ellas con su precio. El documento manuscrito incluye con detalle cada una de las piezas que supuestamente se regalaron a los políticos.
En su nuevo análisis, los investigadores se remiten a sus informes anteriores, donde figuran declaraciones de los distintos empleados de los establecimientos, documentación sobre los pedidos y las ventas de las tiendas de ropa, así como correos electrónicos entre el personal, y pinchazos telefónicos. A esta acumulación de indicios, el informe añade el documento hallado en el Parapipi y los correos electrónicos.
En el relato policial se detalla cómo las cantidades que figuran en los distintos documentos imputadas a los dirigentes valencianos del PP han sido abonadas mediante transferencias bancarias y cheques librados por tres empresas de la trama corrupta: Diseño Asimétrico, Servimadrid Integral y Orange Market. Las cantidades, coincidirían en parte, según la policía, con las anotadas en el folio manuscrito y escaneado que se había guardado en el disco duro de un portátil encontrado en el barco Parapipi.
Camps insiste en su inocencia y asegura que pagó los trajes en metálico con el dinero de la farmacia de su mujer, y lo hizo en la tienda. El diario Levante publicó el pasado sábado que Camps estaba en Valencia, según su agenda oficial, los días de enero y febrero de 2007 en que supuestamente debía estar en Madrid pagando los trajes. La Generalitat contestó que el presidente viaja a Madrid con frecuencia fuera de la agenda oficial y que podría haber estado en las dos ciudades en el mismo día, dado que la distancia es relativamente corta.
- Francisco Camps (Presidente de la Comunidad Valenciana).
- Tres trajes (2.400 euros).
- Tres americanas (1.800).
- Total: 4.200 euros.
El nuevo informe policial anota otro apunte en el manuscrito de 1.200 euros a favor de Francisco Camps, aunque sin explicar la prenda a la que se refiere.
Y concluye con una relación de precios:
- Trajes (800).
- Americanas (600).
- Pantalones (250).
- Total: 1.650 euros.
- Ricardo Costa (Secretario general del PPCV).
- Un traje (800).
- Tres pantalones (750).
- Total: 1.550 euros.
- Pablo Crespo (Presunto número dos de la trama corrupta y encargado de pagar la ropa con cheques a las tiendas donde vendía el sastre José Tomás).
- Álvaro Pérez (Jefe de Orange Market y amigo personal de Francisco Camps)
- Cuatro trajes (3.200).
- Seis pantalones (1.500).
- Tres chaquetas (1.800).
- Total: 6.500 euros.
- Rafael Betoret
(Ex jefe de gabinete de la Consejería de Turismo de la Generalitat).
- Tres trajes (2.400).
- Una americana (600).
- Un pantalón (250).
- Total: 3.250 euros.
- Pedro García (Máximo responsable del canal autonómico valenciano).
- Siete pantalones (1.750).
- Total: 3.550 euros.
Hacia el exterior, todo son sonrisas, especialmente de Camps. Pero en el PP se extiende una gran preocupación por el futuro procesal del caso en su rama valenciana. Todo está en manos de José Flors, el juez instructor del Tribunal Superior de Justicia de esta comunidad.
Los populares, que conocen todo el sumario y las pruebas contra Camps -se levantó el secreto hace un mes, al contrario de lo que sucede en la parte madrileña del caso-, están preocupados ante la posibilidad de que Flors abra juicio oral.
Eso no implicaría ninguna condena para Camps, algo que los populares ven casi imposible, pero sí que el presidente de la Generalitat se sentaría en el banquillo, algo políticamente difícil de resistir pese a su insistencia en la inocencia y a su reciente éxito electoral -el PP valenciano sacó 15 puntos al PSOE en las europeas-. La decisión podría tomarse en los próximos días.
El caso ha avanzado lentamente. Los dirigentes valencianos estaban inicialmente tranquilos porque sólo había un testigo de cargo, el sastre José Tomás, y muchos de descargo: todos los funcionarios que declararon que nadie les forzó a contratar con Orange Market.
Sin embargo, las nuevas pruebas y el cruce de documentos, como los correos electrónicos o las facturas en las tiendas, tienen muy preocupados a los dirigentes que están más encima de este asunto.
Pase lo que pase, lo único seguro es que Mariano Rajoy va a mantener hasta el final el apoyo a Camps, cuyo respaldo fue clave en su batalla frente a los críticos en 2008. Rajoy ha construido una tesis que incluso acepta la posibilidad de que a Camps le regalaran los trajes, pero lo ve como algo menor. "Nadie se vende por tres trajes", es la frase más contundente del líder.
El problema, explican otros dirigentes menos optimistas, es que si se demuestra que Camps ha mentido al decir que los pagó, puede que eso no pruebe que hubo cohecho, pero sí complicará su carrera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario