VALENCIA.- La secretaria general de los socialistas de la provincia de Valencia, Carmen Martínez, aseguró hoy que la reunión que mantuvieron ayer los presidente provinciales del PP en Valencia, Alfonso Rus; Castellón, Carlos Fabra, y Alicante, José Joaquín Ripoll, con el fin de "ayudar a solucionar la situación "de "impasse" en la que se encuentra el partido, refleja que "la cosa está muy mal, pero que muy mal" en la formación de los 'populares', y añadió: "estamos listos si la regeneración del PPCV pasa por gente con el expediente de Fabra, Rus o Ripoll".
"Carlos Fabra es un coleccionista de imputaciones al que Anticorrupción ya le pide cárcel; Alfonso Rus es el abanderado de los insultos al mundo de la educación; y Ripoll si se destaca por algo es por tener roto en dos a su partido en Alicante", manifestó en un comunicado.
Martínez señaló que les "preocupa muchísimo la situación", porque si el presidente del PP, Mariano Rajoy, "tan sólo ha podido recurrir a ellos, significa que la cosa está muy, pero que muy mal". La responsable socialista consideró que "ha llegado la hora en el PP de que todos se disputen los restos de la herencia política" del presidente de la Generalitat, Francisco Camps.
En esta línea, criticó que la gente que tiene responsabilidades de Gobierno, en este caso en las Diputaciones, "se dedique a conspirar y plantear batallas internas intentando sacar tajada de la crisis, ahora que 'los mundos de Camps' se desmoronan, en lugar de centrarse en la situación de los valencianos y las valencianas, a los que tienen abandonados".
Carmen Martínez lamentó que "el ala derecha del partido haya cogido las riendas de un partido en descomposición por la corrupción" e incidió en que a dirigentes como Rafael Maluenda, nuevo portavoz en las Corts, o César Augusto Asencio, coordinador del partido, "los tenían escondidos desde que hace un par de décadas, cuando nos quisieron hacer creer que eran de centro, pero siempre han estado ahí".
"El fin de ciclo al que ha llegado la era Camps los ha devuelto a primer plano, con sus frases y tics propios de otras épocas que nada tienen que ver con la sociedad valenciana actual como se demostrará", manifestó, y lamentó que la cúpula del PP en Génova "sea incapaz de encontrar entre los militantes de Valencia sabia nueva, políticos que no estén imputados por corrupción, y gente ajena a las históricas batallas internas entre zaplanistas y campistas para reactivar una estructura que se viene abajo".
Carmen Martínez pidió a los diputados 'populares' que sean "valientes" y "dejen de aplaudir a Camps en Les Corts, mientras conspiran por su puesto en reuniones secretas". Al final, según dijo, "el único coherente parece que ha sido Ricardo Costa, que señaló claramente quién era el que tomaba las decisiones en Gürtel y le mandaba a él y al resto de políticos: Francisco Camps".
"Carlos Fabra es un coleccionista de imputaciones al que Anticorrupción ya le pide cárcel; Alfonso Rus es el abanderado de los insultos al mundo de la educación; y Ripoll si se destaca por algo es por tener roto en dos a su partido en Alicante", manifestó en un comunicado.
Martínez señaló que les "preocupa muchísimo la situación", porque si el presidente del PP, Mariano Rajoy, "tan sólo ha podido recurrir a ellos, significa que la cosa está muy, pero que muy mal". La responsable socialista consideró que "ha llegado la hora en el PP de que todos se disputen los restos de la herencia política" del presidente de la Generalitat, Francisco Camps.
En esta línea, criticó que la gente que tiene responsabilidades de Gobierno, en este caso en las Diputaciones, "se dedique a conspirar y plantear batallas internas intentando sacar tajada de la crisis, ahora que 'los mundos de Camps' se desmoronan, en lugar de centrarse en la situación de los valencianos y las valencianas, a los que tienen abandonados".
Carmen Martínez lamentó que "el ala derecha del partido haya cogido las riendas de un partido en descomposición por la corrupción" e incidió en que a dirigentes como Rafael Maluenda, nuevo portavoz en las Corts, o César Augusto Asencio, coordinador del partido, "los tenían escondidos desde que hace un par de décadas, cuando nos quisieron hacer creer que eran de centro, pero siempre han estado ahí".
"El fin de ciclo al que ha llegado la era Camps los ha devuelto a primer plano, con sus frases y tics propios de otras épocas que nada tienen que ver con la sociedad valenciana actual como se demostrará", manifestó, y lamentó que la cúpula del PP en Génova "sea incapaz de encontrar entre los militantes de Valencia sabia nueva, políticos que no estén imputados por corrupción, y gente ajena a las históricas batallas internas entre zaplanistas y campistas para reactivar una estructura que se viene abajo".
Carmen Martínez pidió a los diputados 'populares' que sean "valientes" y "dejen de aplaudir a Camps en Les Corts, mientras conspiran por su puesto en reuniones secretas". Al final, según dijo, "el único coherente parece que ha sido Ricardo Costa, que señaló claramente quién era el que tomaba las decisiones en Gürtel y le mandaba a él y al resto de políticos: Francisco Camps".
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