ALICANTE.- Los alicantinos se han echado hoy de nuevo a la calle para protestar por las medidas de ajuste puestas en marcha por la Generalitat en el sector público, en una gran manifestación celebrada en la ciudad de Alicante y convocada por los sindicatos UGT, CCOO, CSIF, FSES e Intersindical.
Bajo el lema "No a les retallades en el serveis públics. Depuració de responsabilitats en el Consell" ("No a los recortes en los servicios públicos. Depuración de responsabilidades en el Consell"), la marcha contó con la participación de representantes de los sindicatos convocantes, además del PSPV-PSOE, de Esquerra Unida (EU) y de Compromís, entre otras formaciones políticas.
Los sindicatos estimaron en más de 60.000 el número de asistentes, mientras que fuentes de la Policía Nacional bajaron esa cifra a 30.000.
El acto ha congregado a personal de todos los sectores públicos de la provincia de Alicante, como los bomberos y profesionales sanitarios, así como a miembros de plataformas estudiantiles, de dependientes y de otros colectivos sociales.
Los manifestantes, que hicieron sonar silbatos, pitos e instrumentos de percusión en un ambiente festivo, han coreado consignas como "Fabra, escucha, el pueblo está en la lucha", "No hay pan para tantos chorizos", "Más libertad y menos corrupción" y "Ésta es la cueva Alí Babá".
Según fuentes sindicales, cuando la pancarta cabecera estaba llegando al lugar donde concluía la marcha -al final de la Rambla Méndez Núñez-, una hora después de salir, había manifestantes que empezaban a caminar desde el punto de partida.
Durante el acto, se ha hecho alusión a la corrupción y a la huelga general.
La manifestación, que se ha iniciado en la estación de Renfe, en la avenida de Salamanca, ha discurrido por las dos principales arterias de la capital alicantina: la avenida de Alfonso X El Sabio y la Rambla Méndez Núñez.
Al final de esta última vía, colindante al paseo de la Explanada de España, se había instalado un escenario donde dos alumnas del Instituto Figueras Pacheco han leído un manifiesto de los sindicatos convocantes, alternando el castellano y el valenciano.
El manifiesto recuerda que la Generalitat "aprobó el pasado día 5 de enero un gran paquete de medidas de recortes(...) que supone una nueva agresión en el personal del sector público y a los servicios que se prestan".
Afirma que esto es "el mayor ataque de la historia" y que "ninguna otra comunidad" ha aplicado esa medida con "este alcance", por lo cual, según las centrales sindicales, "sólo" queda "contestar de forma contundente y conjunta a esta nueva agresión".
"Pretenden ahorrar más de 1.000 millones de euros de la forma más fácil, recortando salarios y servicios", según el manifiesto, que señala que la Generalitat "ha allanado el camino para despedir hasta un 25 % del personal interino de los diferentes sectores", lo que "puede afectar a miles de personas, aumentar las cifras de paro y deteriorar más" la prestación de los servicios públicos.
Los sindicatos acusan al Gobierno valenciano de haber "despilfarrado" y "dilapidado" los recursos públicos con "una política clientelar basada en los grandes acontecimientos que no han generado riqueza, ni ocupación", así como en "la especulación urbanística, que ha supuesto el enriquecimiento de unas pocas personas a expensas de la destrucción del territorio".
Una política, según las organizaciones sindicales, que también se fundamenta en "la privatización de los servicios públicos", con "el desvío de recursos a empresas privadas que obtienen beneficios a expensas de las arcas públicas".
El manifiesto se solidariza con los estudiantes del Instituto Lluís Vives de Valencia y condena la actuación policial durante las protestas estudiantiles en esa ciudad.
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