En la economía de la provincia de Alicante se atisba una cierta desaceleración. En el cierre del tercer trimestre del año pasado ya se percibía un descenso en el ritmo de crecimiento económico, con un elevado número de disoluciones empresariales.
La provincia se encuentra ante una coyuntura de vulnerabilidad ante los cambios de los mercados, lo que obliga a hacer un esfuerzo por consolidar su sector productivo debido a que el ritmo de disoluciones de sociedades y creación de nuevas no acaba de consolidar un punto de equilibrio.
Los datos siguen mejorando en la mayoría de las variables socioeconómicas, pero siguen siendo insuficientes para afrontar unos los mercados internacionales que se resienten por el conflicto de Israel y Hamas, el de Ucrania y Rusia y, avanza INECA, que en el último trimestre del año se notaron los efectos de la tensión existente en el Mar Rojo.
Nuestras comarcas industriales pierden fuelle además en lo que respecta al empleo, y por ello, es necesario favorecer el empleo industrial y el aumento del tamaño de dichas empresas, a juicio de INECA.
No obstante, la evolución del empleo del tercer trimestre sigue siendo favorable, con varios meses en positivo que permite que se superen los máximos de la serie histórica. Las cifras de desempleo mejoran y se han estancado en 131.000 trabajadores y aunque nos acerca a los datos de octubre de 2008, aún estamos lejos de los 52.000 desempleados que se contabilizaban en 2001.
A nivel financiero, los depósitos se mantienen estancados en torno a los 36.000 millones. La variación anual es apenas un 0,2%, pero mejor que España que anota un descenso del -2,3%. Alicante recoge el 2,64% del total España, todavía muy lejos del 3,2% por ejemplo de septiembre de 2018.
En materia de créditos, se mantiene la tendencia descendente -algo que no sucede en el resto de España- lo que provoca que en dos años se haya pasado del 4º puesto en créditos en el sector privado (familias y empresas) al 8º lugar.
Las exportaciones acumulan en el periodo de enero a septiembre, un total de 5.319 millones de euros. Esta cifra es muy similar a la contabilizada para el mismo periodo del año pasado, apenas una mejora del +0,6% y unos 24,7 millones de euros.
En el anterior trimestre, INECA ya expuso su preocupación ante la bajada constante de las ventas al exterior, que presentan una clara reducción respecto al mismo mes del año 2022.
En lo que respecta al sector inmobiliario y promotor, sí hay buenos datos en el penúltimo trimestre del año, recogiendo un incremento del 67,5% de los visados de obra nueva, frente al descenso nacional.
Esta actividad, que ha estado durante bastante tiempo aletargada, se ha reactivado con fuerza y este cambio le ha permitido recuperar la cuota de mercado perdida, que en este trimestre se sitúa en el 5,78%, cuando hace un año era del 3,4%.
El turismo y el aeropuerto parecen ser una apuesta segura en la provincia, aunque no en todas las variables. El turismo nacional hotelero se ha resentido cayendo un 12%. El mercado internacional ha crecido un 9,7% y ha permitido que los datos globales no sean tan negativos.
La confianza en el sector turístico apoyado por las buenas cifras del aeropuerto de Alicante permite analizar la importancia de este sector en el conjunto de la actividad económica provincial y solicitar medidas que refuercen este motor económico de la provincia, a juicio de INECA.
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