En concreto, se trata de la creación de una faja cortafuegos según las indicaciones establecidas en el Plan Local de Prevención de Incendios Forestales (PLPIF) del término municipal de Tibi.
El alcalde de Tibi, José Luis Candela, ha manifestado tras la conclusión del proyecto que “esta actuación ha sido posible gracias a una subvención de la Diputación de Alicante y estamos muy contentos con el resultado y con la actuación de Silvoturismo.
Se ha quedado una zona muy despejada y limpia con los trabajos de selvicultura y de poda de los pinos con el objetivo de habilitar un área de resguardo que facilitase la evacuación de los visitantes en caso de que se declarase un incendio en una zona tan visitada como el Balcón de Alicante. Además, hemos recogido una gran cantidad de leña que han podido retirar los vecinos y vecinas para su uso particular”.
El área sobre la que se han ejecutado los trabajos, a cargo de la empresa alicantina especializada en la prestación de servicios ambientales Silvoturismo, está compuesta principalmente por pino carrasco de origen natural sobre suelo de margas y calcáreas.
Esta masa forestal se encontraba sin podar, creando una zona sin salida en caso de la detección de un incendio forestal que se propagase desde la ladera, dificultando la evacuación de los visitantes desde el área recreativa ya que tanto la llegada como la salida de éstos se produce por el mismo lugar.
Para la realización de la faja cortafuegos se han llevado a cabo trabajos de clareo, poda y desbroce de la masa principal, de forma que se ha disminuido considerablemente la zona combustible para evitar las continuidades y crear árboles resistentes.
La faja cortafuego está conformada por tres bandas: la banda de decapado, en la que se elimina por completo la vegetación existente llegando al suelo mineral y que corresponde al centro del mirador del Balcón de Alicante; la banda de desbroce, que se sitúa a ambos lados de la banda de decapado y en la que se procede a hacer una limpieza más selectiva; y, por último, la banda auxiliar, que es sobre la que más se ha actuado a nivel especies arbóreas.
En concreto, se ha procedido a la eliminación de todos los árboles que crecían bajo el dosel de un árbol de mayor altura; en caso de dejar algún árbol joven se han agrupado en bosquetes; y el arbolado ha quedado espaciado de tal forma que no existe continuidad entre sus copas, espaciándolas al menos cinco metros.
El arbolado seleccionado se ha escogido por sus características, dimensiones y mejor resistencia frente a los incendios forestales. Éste se ha podado hasta una altura mínima de dos metros (o el 50% de su altura), realizando un desbroce bajo su copa.
La poda realizada ha sido eliminando las ramas bajas de los árboles de mayor tamaño y de los restos que se acumulan sobre ellas. Esta acción evita la propagación vertical del fuego desde el suelo hasta el dosel y el incremento de intensidad que dicha propagación conlleva.
Asimismo, las actuaciones también han conllevado la eliminación de matorral para disminuir combustible forestal a una distancia de 12 metros desde cualquier construcción, se han eliminado los árboles viejos, enfermos o muertos por el alto riesgo que suponen de ignición y propagación del fuego; y se ha segado la vegetación herbácea que crece cada año para que no supere los 5 cm de altura.
Por último, los restos de ramas y troncos finos se han cortado en trozos inferiores a 80 cm para su uso como leña para los vecinos de la zona, que durante todo el mes de febrero pueden recogerla para su uso particular.
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