El especialista, máster en la planificación y gestión de riesgos
naturales por la Universidad de Alicante y que trabajaba en un instituto
de Aldaia, ha relatado su experiencia aquel 29 de octubre y ha señalado
que ya a primera hora «diluviaba torrencialmente» y se preocupó.
Ha
enumerado los avisos rojos activados por Aemet --a las 7.30 horas
aproximadamente estaba ya activo para el litoral sur de la provincia-- y
ha comentado que a las 14.00 horas salió del centro de trabajo y se
sorprendió de que no se hubieran suspendido clases en varios municipios
pese a que a la situación era peligrosa.
«No hace falta ir a Harvard
para saber que la lluvia peligrosa es la que viene de las montañas», ha
observado el experto, que también ha recordado cómo a lo largo del día
siguió la información en directo a través de la televisión pública
valenciana, donde se veían rescates.
En un momento de su declaración, ha señalado que, sabiendo lo que llovía a mediodía en localidades como
Buñol o Chiva, un ingeniero geólogo «no tendría mucha dificultad en
saber que toda esa agua iba a producir desbordamiento en el Barranco del
Poyo».
Ha precisado que, una vez que ves que en Chiva el barranco va
desbordado, esa agua «seguro que va a bajar a zonas bajas y se sabe por
donde».
A su parecer, esa jornada se tenían que haber suspendido las clases
«como mínimo» y cuando se activaron los avisos rojos debía haberse
mandado a los trabajadores a su casa, algo que sí hicieron, según ha
recordado, algunas entidades, como la Diputació de València o la
Universitat de València. Ha abundado que al activarse el aviso rojo, «se
debería haber avisado a la población».
Para este experto, dichos avisos podrían haber llegado «de muchas
formas», incluidas las llamadas a los ayuntamientos o bandos, como se
hizo en la riada de 1957. En este sentido, ha dicho que no sabe si los
alcaldes de aguas arriba llamaron a los de aguas abajo, como también se
hizo en el 57, por eso hubo pocas victimas. Esta obligación, ha
apostillado, también la recoge el Plan de Actuación Municipal frente a
inundaciones y en el Plan frente a Inundaciones autonómico.
El geólogo ha señalado que le compete declarar los niveles de
emergencia a la consellera que tiene competencias de Emergencias, lo que
figura en el Plan autonómico de inundación. Y sobre el sistema ES-Alert
ha comentado que, según le han contado, existe una biblioteca de
mensajes desarrollada por la Universidad de Alicante a raíz de las
inundaciones de la Vega Baja del segura en 2019.
Finalmente, como especialista en gestión de catástrofes, ha
manifestado que la tragedia humana «se pudo haber evitado», además de
con el aviso, mediante la educación a la población, es decir, enseñando a
la gente que vive en una zona inundable que no tienen que bajar al
garaje.
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