Ambos dirigentes han mantenido una reunión para analizar las actuaciones que la Conselleria de Medio Ambiente está llevando a cabo para luchar contra la desertización del territorio valenciano.
En este sentido, la diputada de Compromís ha lamentado que "en toda la Conselleria no exista un servicio del que dependa la coordinación de las actuaciones en materia de lucha contra la desertización del territorio y que las únicas declaraciones en esta materia hechas por el responsable de Medio Ambiente --Juan Cotino-- se refieran al trasvase del Ebro".
Por su parte, Alfonso Puncel ha trasladado al grupo parlamentario los datos sobre este problema. Según ha explicado, un total de 159.337 kilómetros cuadrados en toda España sufren un riesgo alto o muy alto de desertización, lo que supone un 31,49 por ciento del total, y en 109.712 kilómetros cuadrados (el 21,68 por ciento) el riesgo es medio.
"En tres comunidades, incluida la Comunitat Valenciana, el riesgo de desertización alto o muy alto afecta casi al 100 por ciento del territorio: en Murcia es del 99,09 por ciento, en la Comunidad Valenciana del 93,04 y en Canarias del 90,48, es decir, que también somos líderes en este tema", ha señalado.
Para mitigar los efectos de la desertización, según Mireia Mollà, "sería urgente llevar a cabo medidas de recuperación de la cubierta vegetal protectora y fijadora de suelos, que tolere las condiciones de aridez extrema, la escasez de agua y las tensiones derivadas del cambio climático junto con políticas territoriales y medio ambientales".
Sin embargo, ha lamentado que "ni en el documento aprobado por el Consell 'Estrategia Valenciana ante el Cambio Climático 2008-2012' ni en la propia estructura del departamento dirigido por Cotino, aparecen medidas de lucha activa contra este gravísimo problema".
En esta línea, Alfonso Puncel ha comentado que "parece que la única política contra la desertización de este gobierno consiste en esperar que las cosas se solucionen por si solas, que las lluvias y la naturaleza hagan lo que ellos no hacen. Pero la realidad de las cosas es que la situación actual va a peor y buena parte de la reducción de los incendios forestales en la Comunitat se debe a que ya no hay una masa forestal y a unas condiciones atmosféricas que son puntualmente benignas".
A su juicio, "la política contra la desertización requiere planes integrales que afecten a muchos ámbitos de actuación y no se puede solucionar con trasvases, puesto que un territorio desertificado o en peligro de desertificación no soluciona sus problemas de fondo con agua sino con medidas que impidan que el agua disponible se pierda y recuperar los mecanismos naturales para atraer el agua. Lo demás es pan para hoy y hambre para mañana".
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