Titulábamos en El Semanal Digital, con motivo de la cena del PP valenciano en Teulada, que "La noche más calurosa de Camps era también la de la rendición de Ripoll". No ha tardado mucho tiempo en materializarse ese titular en realidad palpable porque así lo ha querido el presidente provincial del PP de Alicante haciendo público que cede en la batalla que origina todas las guerras internas: el control de las listas electorales y candidatos locales.
Joaquín Ripoll ha venido así a reconocer de manera más o menos explícita que no habrá lucha interna porque no se celebrarán asambleas locales para elegir los candidatos a las alcaldías porque "se sabe quienes son los candidatos".
El anuncio supone un paso definitivo para el control total de Camps en la provincia de Alicante, un territorio que en algunas localidades todavía le era hóstil. Ripoll, de esta manera, no entrará en confrontación con Valencia en los municipios de más de 20.000 habitantes (por estatutos decide el PP regional aunque en algunos municipios quería presentar batalla porque el candidato idóneo de Valencia no lo era para los ripollistas) pero tampoco lo hará en otras localidades de menos habitantes en las que, en teoría y también de forma estatutaria, tendría que decidir el comité provincial.
El líder de los alicantinos intentará consensuar algunos nombres, pero si no son del "agrado" de la dirección regional no peleará por "salvar" a sus hombres o mujeres.
El PPCV da así un paso de gigante para sellar de una vez por todas la unidad en el partido, algo que sin duda le va a venir muy pero que muy bien de cara a la cita electoral del próximo 22 de mayo. De momento, se desbloquea así la situación de "parálisis total" por la que estaban atravesando municipios tan importantes como el de San Juan de Alicante o Calpe.
En ambas poblaciones los candidatos preferidos por la regional (Manuel Aracil y César Sáchez respectivamente) estaban sometidos al veto del "ripollismo" pese a ser las personas preferidas por el pueblo y con más posibilidades de imponerse en las elecciones. También se aclara y se evitan líos mayúsculos en localidades como Benidorm o Elche.
Tras esta sonora novedad, la hoja de ruta del PP de Alicante queda de la siguiente manera: en la segunda quincena de septiembre se celebrará un comité ejecutivo provincial en el que se trasladará la noticia de que no se celebrarán congresos locales "porque no hay nada que decidir", según el propio Ripoll y se dará una lista de los alcaldables del PP en todas las poblaciones de la provincia de Alicante que contará con la aprobación del comité regional.
Joaquín Ripoll ha venido así a reconocer de manera más o menos explícita que no habrá lucha interna porque no se celebrarán asambleas locales para elegir los candidatos a las alcaldías porque "se sabe quienes son los candidatos".
El anuncio supone un paso definitivo para el control total de Camps en la provincia de Alicante, un territorio que en algunas localidades todavía le era hóstil. Ripoll, de esta manera, no entrará en confrontación con Valencia en los municipios de más de 20.000 habitantes (por estatutos decide el PP regional aunque en algunos municipios quería presentar batalla porque el candidato idóneo de Valencia no lo era para los ripollistas) pero tampoco lo hará en otras localidades de menos habitantes en las que, en teoría y también de forma estatutaria, tendría que decidir el comité provincial.
El líder de los alicantinos intentará consensuar algunos nombres, pero si no son del "agrado" de la dirección regional no peleará por "salvar" a sus hombres o mujeres.
El PPCV da así un paso de gigante para sellar de una vez por todas la unidad en el partido, algo que sin duda le va a venir muy pero que muy bien de cara a la cita electoral del próximo 22 de mayo. De momento, se desbloquea así la situación de "parálisis total" por la que estaban atravesando municipios tan importantes como el de San Juan de Alicante o Calpe.
En ambas poblaciones los candidatos preferidos por la regional (Manuel Aracil y César Sáchez respectivamente) estaban sometidos al veto del "ripollismo" pese a ser las personas preferidas por el pueblo y con más posibilidades de imponerse en las elecciones. También se aclara y se evitan líos mayúsculos en localidades como Benidorm o Elche.
Tras esta sonora novedad, la hoja de ruta del PP de Alicante queda de la siguiente manera: en la segunda quincena de septiembre se celebrará un comité ejecutivo provincial en el que se trasladará la noticia de que no se celebrarán congresos locales "porque no hay nada que decidir", según el propio Ripoll y se dará una lista de los alcaldables del PP en todas las poblaciones de la provincia de Alicante que contará con la aprobación del comité regional.
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