"La empresa va a cerrar. Desde el lunes recibirán la carta para el desempleo", indicaba el mensaje de texto sin firma y procedente de un número de teléfono desconocido que fue recibido el pasado 26 de agosto por las trabajadoras, que aún no han podido contactar con los dueños de la fábrica.
Las empleadas permanecieron desde primera hora de ayer lunes a las puertas de la fábrica de calzado tras recibir la recomendación sindical de acudir a su centro de trabajo hasta que les sea entregada efectivamente la carta de despido, puesto que, de no hacerlo así, los empresarios podrían argumentar que los trabajadores se ausentaron de su puesto de trabajo sin autorización.
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