MADRID.- Acaba una semana marcada indeleblemente por la sentencia del Tribunal Supremo y las protestas violentas que ha desencadenado en Cataluña. Acontecimientos que han provocado un movimiento en el electorado que, principalmente, perjudica al PSOE y beneficia a Vox.
El tracking de Sigma Dos para El Mundo muestra un fotograma,
a 18 de octubre, en el que los socialistas continúan deslizándose
cuesta abajo, perdiendo ya dos escaños respecto a los que lograron el 28-A.
Ahora se situarían en 121, a seis puntos de distancia del PP, que se mantiene anclado a un paso del centenar de diputados al que todavía no ha llegado. Los populares se han resentido levemente al final de la semana dejándose un puesto. En este momento obtendrían 97 escaños, 31 más que en abril.
El debate político centrado en la propia decisión de la Justicia respecto a los líderes del procés, condenados
por sedición y malversación a penas de cárcel de entre 13 y nueve años,
y la necesidad de restablecer la seguridad y el orden público en
Cataluña han penalizado las expectativas de los socialistas.
PP, Ciudadanos y Vox, de un lado, exigen al Ejecutivo una intervención clara para poner freno a las revueltas secesionistas. Los populares plantean como primer paso la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional; los naranjas reclaman la activación del artículo 155 de la Constitución para poner fin al mandato de Quim Torra
al frente de la Generalitat, y la derecha radical clama por decretar el
estado de excepción con la limitación de derechos y libertades que ello
conllevaría.
Pedro Sánchez,
al frente del Gobierno, se la ha jugado encima del alambre optando por
una fórmula de mesura bajo el principio de que "la moderación también es
una forma de fortaleza". Prescripción que, al menos hasta este fin de
semana, apenas había surtido efecto.
El ascenso, por ahora continuo, de Vox, que ya se anota, según el sondeo, 36 escaños y consolida su posición como tercera fuerza política,
indica que su discurso contra la sentencia del Supremo -que califica de
"vergonzosa" por blanda-, contra la Generalitat -cuya cabeza visible,
Torra, debería "ser esposado y encarcelado" de inmediato- y, por
supuesto, contra el Gobierno -al que acusa de hacer "dejación de
funciones por puro cálculo electoral"-, está calando entre muchos
votantes hastiados del desafío independentista y recelosos ante la
posibilidad de que finalmente se hagan concesiones a Cataluña en
detrimento de las restantes comunidades autónomas.
Ciudadanos desgrana un discurso firme frente al independentismo, pero
su efecto es ya claramente insuficiente para paliar el hundimiento que
ha padecido en los últimos meses. Como si los votantes no le perdonaran
el haber dejado pasar la oportunidad de tocar poder y equilibrar un
Gobierno de Sánchez apartándolo de la influencia del populismo y del
nacionalismo.
Ciudadanos se desangra en beneficio del PP, del PSOE y de Vox. A Pablo Casado le llega un 9,6% de los votos que obtuvo Albert Rivera en abril.
Pedro Sánchez le roba un 6% y Vox, otro 6%. Además, casi un 14% de sus
electores se apunta de momento a la abstención. Hoy por hoy, el partido
de Rivera desciende a la posición de quinta fuerza parlamentaria. PSOE y Ciudadanos son los que registran, a tres semanas de las elecciones, más posibles abstencionistas.
Unidas Podemos, quizá arrastrada por su postura ambigua en relación
con el reto secesionista, retrocede también en escaños. Lograría 32, 10
menos que en abril. La formación morada llegó hace dos semanas a
remontar hasta los 35, pero en los últimos 10 días ha visto como Vox,
pese a tener un punto menos en intención de voto, la supera ya en cuatro
diputados.
En paralelo, Más País, la nueva fuerza liderada por Íñigo Errejón, se anotaría ahora siete diputados. Unidas Podemos le transfiere nada menos que un 8,5% de sus votos y el PSOE un 3%.
Con
estos nuevos datos, el pacto de izquierdas -PSOE, Unidas Podemos y Más
País- sumaría 160 votos en el Congreso. Ni siquiera añadiendo los siete
escaños que se le pronostican al PNV
alcanzaría el listón de la mayoría absoluta (176). Para llegar a esa
cifra, Sánchez necesitaría del apoyo, bien explícito bien mediante la
abstención, de los partidos independentistas.
Respecto a estos últimos, cabe señalar el desplome de Junts (coalición entre JxCat y PDeCAT)
que, en apenas 15 días, ha visto como su pronóstico de escaños se
reduce de siete a cuatro, justo lo contrario que le ha sucedido a ERC, el partido de Oriol Junqueras, el líder del 1-O
condenado a la pena más alta de prisión, que ya se anota 16 diputados,
cuadruplicando así la cosecha que pueden obtener los seguidores del
prófugo Carles Puigdemont.
Los
españoles, mientras tanto, mantienen el suspenso para todos los líderes
políticos. Ninguno llega siquiera al cuatro. Sánchez se mantiene como
el mejor valorado, con un 3,76, seguido de Pablo Casado con un 3,56;
Íñigo Errejón con un 3,52; Albert Rivera con un 3,28; Pablo Iglesias con un 3,26 y Santiago Abascal, en último lugar, con un 2,93.
FICHA TÉCNICA. Universo: Mayores de 18 años con derecho a voto. Ámbito:
Nacional. Muestra: 1600 entrevistas, excepto las preguntas sobre la
exhumación de Franco y la sentencia del Procés, que cuentan con una
muestra de 720 con un margen de error ±2,5% para los datos globales, con
un nivel de confianza del 95.5% (Dos sigma) y el caso más desfavorable
de p=q=0,5. Cuestionario: Estructurado. Entrevista: Telefónica asistida
por ordenador (CATI). Fecha del trabajo de campo: Del 10 de octubre al
17 de octubre 2019. Realización: SIGMA DOS. Dirección: Miguel de la
Fuente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario