VALENCIA.- Un equipo de psicólogos del Instituto Valenciano de Neurociencias
(IVANN) atiende desde mediados de marzo, de forma gratuita, a
profesionales y trabajadores sanitarios que requieren asistencia por la
situación de "sobrecarga" y "estrés" a la que se enfrentan en plena
pandemia de coronavirus, que está afectando especialmente a este
colectivo, en primera línea de combate del Covid-19, y que expresan su
pesar con afirmaciones como "he caído y queda lo peor".
Así lo
explica el director del IVANN y
profesor de la Facultad de Psicología de la Universitat de València,
José Mazón, cuyo centro ofrece atención psicológica gratuita a
trabajadores de la sanidad pública --desde médicos, a enfermeras,
celadores, conductores de ambulancia o personal de limpieza-- para
ayudarles a sobrellevar la situación.
De momento, el 80 por ciento de la asistencia que ofrecen en
este servicio es a personal sanitario que está de baja, bien por
síntomas o en aislamiento, y que presenta "impotencia de no poder seguir
ayudando, están temerosos de si están expuestos, van a desarrollar el
virus o incluso se preguntan si tendrán que ingresar o estar en
incomunicación y no pueden ni deben interactuar de forma próxima".
En
cinco o seis supuestos, son personas que se han aislado en segundas
residencias y sienten aún más el "impacto por el fenómeno de la soledad"
y el 20% restante son sanitarios en activo que empiezan a notar que
necesitan apoyo ante la visión subjetiva de que "llega lo peor". Y
calcula que el porcentaje, en unos 15 días, se habrá equilibrado al 50%
para atender no solo a los que están en casa sino a los que siguen en
activo.
Además de preguntar por si el servicio es gratuito, en qué
consiste y qué hay detrás, las frases que más escuchan son: "Madre mía
la que se nos viene"; "Esto empieza a ponerse duro y estamos hechos
polvo o "He caído y le queda lo peor". Y lo que les transmiten es que
"por muy tocado que estés, se te va a dar apoyo hasta que lo necesites, a
corto y medio plazo".
"Eso les tranquiliza mucho", resume.
El
director científico del centro, junto con el colegio de psicólogos y
otros profesionales, ha recibido dos encargos de la Conselleria de
Sanidad, que están sacando adelante mediante videoreuniones: elaborar
una guía con pautas y recomendaciones para el confinamiento --salud
mental, buena convivencia, manejo de la ansiedad en familias, sobre todo
en las de riesgo, con niños discapacitados o cuidadores de
dependientes-- y poner recursos y apoyo para personal sanitario.
En
este contexto, Mazón, que ya ha lidiado con otras situaciones
complicadas como ofrecer asistencia aguda a familiares de las víctimas
del accidente de metro del 3 de julio de 2006 en València durante las 24
primeras horas, no cierra la puerta a ofrecer esta atención a todo
profesional relacionado con servicios públicos como Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado, conductores de metro, autobús o taxistas que
centren desplazamienos a hospitales y "servicios de primera línea",
mientras puedan tener disponibilidad.
La
iniciativa arrancó de forma efectiva el 16 de marzo y el número de
consultas solicitadas ha crecido de forma exponencial. Hasta el 20 de
marzo, las peticiones fueron "mínimas" y ahora se reciben de forma "más
regular" y en aumento, detalla, con 22 personas interesadas el 23 y 18
contactos; 35 consultas el día 24 y 22 contactos o 42 consultas nuevas
el pasado miércoles. La media de edad, entre los 40 y 45 años, y
principalmente son médicos y enfermeras de urgencias.
Se trata
de un servicio abierto a la Comunitat Valenciana, aunque han recibido
alguna petición de Murcia, y para el que el IVANN tiene una red de 18
psicólogos, de los que se han activado 14 y quedan otros cuatro en
reserva. De hecho, a fecha de hoy, hay días con cuatro o cinco pacientes
durante la mañana y otros tantos de tarde.
El
doctor Mazón explica que los profesionales sanitarios que se están
enfrentando al coronavirus presentan ahora un nivel de sobrecarga
--muchos días, a mucha intesidad y con mucho esfuerzo-- y ansiedad que
es "doble": por un lado, afrontan jornadas "maratonianas" de trabajo,
con turnos dobles o triples por contagios de compañeros y hay, por
tanto, menos medios humanos que al inicio, por lo que se empieza a
generar un impacto en la salud de los profesionales, "que tienen que
seguir al pie del cañón a un ritmo muy intenso" y por un periodo de
tiempo que se prevé, inicialmente de un mes o mes y medio más.
Esto se añade al estrés que genera la toma de decisiones, en
una situación nueva a este nivel, "en cuanto a número de personas a
atender, por una misma temática y en el poco tiempo que la enfermedad te
permite", sumado a la falta de recursos. Así, aunque los médicos están
acostumbrados a tomar decisiones estresantes, "estas están por encima de
la media".
Para acceder a la atención, se debe formular la
petición en el IVANN, que contacta con ellos, confirma documentalmente
que se encuentran en el perfil sanitario y se fija una hora de una
primera sesión para empezar a intervenir de acuerdo con la valoración
del impacto, intesidad del grado emocional o alteración que presentan.
Lo habitual es fijar sesiones completas de una hora u hora y media
inicial y pautar dos o tres semanales al tratarse de intervención "en
agudo".
Pocos casos se encuentran con que, tras un primer
contacto y marcaje de pautas, esa orientación sirva para fijar una
sesión semanal o quincenal y de duración más corta. Además de esas
consultas, tienen pensado ofrecer tutoriales de yoga y relajación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario