MADRID.- La banca española deberá sanear sus cuentas por el 'ladrillo' por importe de 50.000 millones de euros que detraerá de los resultados en un único año, aunque las entidades que participen en procesos de fusión contarán con unas condiciones más flexibles, ya que podrán detraer estos recursos del capital y durante un proceso de dos ejercicios, según anunció hoy el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quien insistió en que no se emplearán recursos públicos.
La reforma financiera establece que las provisiones para cubrir eventuales pérdidas en activos inmobiliarios problemáticos se elevarán hasta el 80% en el caso del suelo, porcentaje que contrasta con el 31% actual. En el caso de las promociones en curso, subirán del 27% al 65%, y en el caso de la promoción terminada y de la vivienda, se elevarán del 25% al 35%.
Por otro lado, la banca deberá constituir una provisión genérica del 7% en los créditos inmobiliarios saneados, aquellos que no registran incidencias de pago, como fórmula preventiva ante posibles deterioros futuros. Todos estos saneamientos se realizarán sobre el valor en libros de los activos inmobiliarios y la fecha límite para realizarlos será el 31 de diciembre de 2012, especificó el ministro.
"Estas elevadas cifras de aprovisionamiento contrastan con lo que teníamos anteriormente y ayudarán a descargar de activos inmobiliarios a la banca española y eso va a ser muy bueno", enfatizó De Guindos, quien vaticinó un descenso del precio de la vivienda con la aplicación de la reforma. Las entidades "dejarán de hacer de inmobiliarias y se centrarán en captar pasivo y dar crédito", apostilló.
De Guindos desveló estos detalles sobre la reforma financiera que aprobará previsiblemente mañana el Consejo de Ministros, para sanear los balances de los bancos por su exposición al sector inmobiliario, con el fin de despejar las desconfianza de los inversores, reactivar el flujo del crédito y crear empleo.
En cuanto a las entidades que opten por la vía de las fusiones, contarán con dos ejercicios para acometer estas provisiones y podrán hacerlo contra patrimonio, aunque deberán presentar un plan de viabilidad y medidas de gobierno corporativo al Ejecutivo, que deberá dar 'luz verde' tras informe del Banco de España, así como asumir compromisos de ampliación en la concesión de crédito.
De Guindos explicó que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) podrá contribuir al saneamiento de dichas entidades en proceso de fusión a través de la compra de bonos contingentes convertibles (cocos), para lo que el Tesoro ampliará el capital de este organismo dependiente del Banco de España en 15.000 millones. Según sus cálculos, esta emisión podría elevar la deuda pública en cuatro décimas, pero no tendrá impacto alguno sobre el déficit público.
El ministro de Economía y Competitividad explicó que los denominados 'cocos' son títulos de renta fija que en determinadas situaciones se pueden convertir en renta variable y que se utilizarán para inyectar recursos en las entidades que emprendan procesos de fusión.
De Guindos insistió en que este respaldo no se puede considerar dinero público, porque estos instrumentos híbridos se emitirán a precios de mercado, por lo que las entidades beneficiarías deberán hacer frente a intereses de mercado, actualmente en torno al 8%.
Asimismo, recalcó que estas exigencias para ajustar los activos inmobiliarios a precios de mercado "son perfectamente asumibles por el sector", al tiempo que se facilitarán los requerimientos para las entidades que opten por las integraciones, lo que redundará en la eficiencia y solvencia del sistema financiero español, y por tanto, en el conjunto de ciudadanos.
El ministro de Economía eludió vaticinar cuántas entidades quedarán al final del proceso porque se trata de algo que "depende de ellas mismas" e incidió en que el Ejecutivo no se inmiscuirá en dichos procesos, aunque los supervisará. "Lo que se pretende en última instancia es tener un sistema bancario con entidades mas sólidas, más saneadas y con mucho mejor gobierno corporativo", enfatizó.
También prefirió no especificar qué tamaño es el idóneo para una entidad. "Aquí no hay cifras mágicas, buscamos entidades más grandes, más eficientes y con mejor gobierno corporativo. Pero puede haber unas de 300.000 millones de euros de balance que no sean eficientes y otras de 100.000 millones que sí", ilustró.
El Gobierno va a poner muchísima atención en el plan de saneamiento con el fin de que se genere un entorno de competencia suficiente en el que operen entidades saneadas y con capacidad de competir, explicó. "Ahora hoy algunas entidades que no tienen capacidad de competir", recalcó el ministro de Economía.
Proyectos de fusión, antes de junio
Las entidades financieras que decidan fusionarse deberán presentar un plan de viabilidad económica y medidas de gobierno corporativo antes del próximo 30 de mayo, al tiempo que el Gobierno les exigirá compromisos para ampliar o "al menos" mantener la concesión de crédito hacia la economía.
Así lo anunció el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, en rueda de prensa para adelantar el decreto ley que prevé aprobar el Consejo de Ministros este viernes. El ministro justificó este plazo en el objetivo de posibilitar una integración "rápida y eficiente".
De Guindos admitió por ello que los procesos de concentración se deberán culminar en plazos "extremadamente" reducidos. Una vez que las entidades presenten al Gobierno sus proyectos de fusión, el Ministerio de Economía tendrá un mes para dar su luz verde.
El titular de Economía avanzó que la integración de entidades finalizará el próximo 1 de enero de 2013. Como medida para incentivar las fusiones, el Ejecutivo permitirá que las entidades objeto de fusión acometan los saneamientos exigidos durante dos ejercicios, y no hacerlo en un año como el resto del sector. Y además estas entidades podrán ejecutar el saneamiento contra patrimonio y no sólo contra resultados.
Ahora bien, De Guindos aclaró que las integraciones tendrán que elevar los balances un 20%, aunque en algunos casos podrán ser un 10%, y descartó que se realicen a través de las fórmulas de fusiones frías (SIP). "Deberán ser a través de fórmulas societarias", explicó.
Si las fusiones necesitan ayudas, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) facilitará financiación articulada a través de bonos convertibles contingentes, los conocidos vulgarmente como 'cocos'.
Para intentar afrontar la solicitud de 'cocos' y así completar fusiones, el Gobierno eleva la dotación patrimonial del FROB hasta 15.000 millones de euros, con lo que reforzará su capacidad de endeudamiento. "El Gobierno pondrá muchísima atención en los planes de saneamiento y en los gobiernos corporativos", garantizó.
"La reforma pretende entidades viables y un saneamiento rápido", afirmó el ministro, quien enfatizó que esta reestructuración del sector financiero español se llevará a cabo "sin recursos públicos".
De Guindos aclaró que estas condiciones a las fusiones se harán extensibles también a los procesos iniciados desde el 1 de septiembre de 2011, por lo que el Banco Popular podrá acogerse a las mismas para absorber Pastor.
Preguntado sobre el número de entidades idóneas, el ministro sentenció: "No hay cifras mágicas, buscamos entidades más eficientes y saneadas", y descartó que la reestructuración vaya a acabar en un oligopolio.
"El número de entidades resultantes va a garantizar la competencia", afirmó, para después constatar una realidad: "Ahora hay entidades que no tienen capacidad de competir. El número de entidades no garantiza la competencia".
Con todo, De Guidos se mostró seguro de que estas medidas de saneamiento fortalecerán el sistema financiero español en las actuales circunstancias. "Es un paso importante", sostuvo.
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