BARCELONA.- España aprovecha el sol en muchas actividades
económicas, pero no en la energía. El uso de la fotovoltaica, fuente
cada vez más rentable, casi no ha crecido durante los últimos años a
pesar del potencial climático de un país que batió su récord de
temperaturas (46,9 grados) en 2017, tal como publica Economía Digital.
Durante el mismo periodo, el mix energético, la composición final de
electricidad que llega a los hogares en función de la fuente de
generación, siguió evidenciando que la fotovoltaica sigue estancada:
pasó del 3% al 3,2% del total de producción eléctrica.
Mientras, el carbón continuó como la tercera principal fuente de
energía (17,3%), tan solo por detrás de la nuclear (22,6%) y la eólica
(19,2%). El resto de fuentes generadoras fueron la hidráulica (7,3%), la
térmica (13,8%) y la termoeléctrica (2,2%).
Motivos para creer en una remontada
Los últimos acontecimientos apuntan a una leve recuperación. En
la última subasta de renovables, celebrada en julio de 2017, el sector
fotovoltaico se adjudicó 3.909 MW de los más de 5.037 MW otorgados.
¿La razón? La Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA)
recoge en su último informe que el coste de generación de la
fotovoltaica ha caído un 73% desde 2010 y, por tanto, ya puede competir
de igual a igual (sin recurrir a subvenciones) frente a los combustibles
fósiles.
Otros frenan
el entusiasmo al recordar que España sigue lejos de otros países
europeos. Como Alemania, que en el 2017 instaló 1.750 MW de nueva
potencia fotovoltaica; Bélgica, donde se instalaron 264 MW, y Países
Bajos, con 853 MW de nueva potencia.
En
términos globales por lo que a renovables se refiere, España ocupa
el puesto 11º de países europeos, según los últimos datos de Eurostat.
En primer lugar está Suecia y le siguen Finlandia, Letonia, Austria y
Dinamarca.
El autoconsumo no teme al 'impuesto al sol'
El autoconsumo ha sido otro de los impulsores del sector fotovoltaico. Datos de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF)
revelan que el pasado año se instalaron 135 MW de nueva potencia
fotovoltaica, frente a los 55 MW del 2016 (un 59% más) y a los 49 MW del
2015 (un 63% más). UNEF, además, sostiene que para los próximos dos
años, hasta 2020, se prevé un rápido crecimiento de las inversiones en
el sector fotovoltaico español, que alcanzarán entre los 4.000 y 5.000
millones de euros.
Todo ha sido posible pese a las barreras administrativas y la falta
de incentivos que, a juicio de diferentes organismos, existen desde la
nueva regulación del sector, en 2015, cuando se aprobó el conocido como impuesto al sol.
Consideran que parte de esta reforma se estableció bajo “falsas
premisas”, como la de la "solidaridad", por la cual el consumidor
paga por la energía que él mismo genera, aunque lo haya hecho ya por la
correspondiente instalación de paneles solares.
¿Por qué? La legislación entiende que el consumidor debe pagar porque el
ahorro que genera con el uso de paneles solares (el dinero que deja de
abonar a la compañía eléctrica) repercute, con una subida del recibo, en
quienes no utilizan esta energía. Muchos analistas interpretan que
se busca que las eléctricas mantengan intactas sus cuentas de resultados
e ingresen cada año siempre lo mismo independientemente de la fuente de
energía que se consuma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario