ALICANTE.- El Ayuntamiento de Alicante no concederá nuevas licencias de apertura a pubs o
discotecas en el centro tradicional, donde desde hace años se concentra
la mayor parte del ocio de tarde y nocturno. La idea es declarar esta
zona como de Protección Acústica Especial para rechazar la implantación de nuevos locales de este tipo, al considerar -al menos de forma tácita- que ya existe una saturación, según publica El Mundo.
En una rueda de prensa conjunta, los ediles de tres áreas (Urbanismo,
Ocupación de Vía Pública y Seguridad) detallaron este lunes las medidas
que van a implantar en esta zona. El consistorio reconoce de esta forma
que existe un problema de convivencia entre las dos partes, y plantea
una serie de iniciativas para paliar la generación de ruido.
Además de limitar el número de locales, en Urbanismo también se impondrá una distancia mínima, aún por determinar, para las cafeterías con hilo musical. El concejal del área, Adrián Santos,
explicó que esta iniciativa solo afectará a los locales de nueva
implantación, no a los que existen actualmente, y que el objetivo es evitar que este tipo de establecimientos se conviertan en pubs encubiertos.
Desde
Urbanismo se comprobará también que las licencias que se traspasan
entre locales no modifiquen sustancialmente los usos del local, por lo
que se realizará una "revisión exhaustiva" de los establecimientos para comprobar que se ajustan a la documentación que se solicitó. En caso contrario tendrán que adaptarse o, en última instancia, cerrar.
Por su parte, el concejal de Seguridad, José Ramón González, explicó que se creará una unidad de aperturas y disciplina urbanística,
formada por cuatro agentes y que funcionará 24 horas al día como
refuerzo "para cumplir las ordenanzas de veladores y ruido", así como
para aplicar sanciones en caso de sea necesario.
Finalmente, el concejal de Ocupación de Vía Pública, Manuel Jiménez, afirmó que se recortarán entre un 5 y un 10% los veladores de las calles afectadas
con un nuevo plan de ordenación. El regidor manifestó que el objetivo
último es "compatibilizar ocio y descanso" en la ciudad, "ya que los dos
son necesarios". También indicó que estas medidas se trasladarán en breve a residentes y hoteleros para escuchar sus opiniones.
La decisión municipal se produce en pleno juicio de los vecinos contra el Ayuntamiento por una presunta vulneración de sus derechos fundamentales con el tema del ruido. La asociación del centro tradicional exige la aplicación de una Zona Acústicamente Saturada (ZAS) en
sus calles, lo que en la práctica supondría (como ha supuesto en otras
ciudades) el fin de la actividad de ocio nocturno. Por el momento las
partes están estudiando un informe encargado por la juez que instruye el
caso, realizado por un perito independiente, que avala la postura vecinal de que el centro puede ser declarado zona ZAS.
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