ALICANTE.- La defensa de Miguel López, yerno y único acusado del crimen a tiros
de la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, afirmó ayer al
término del juicio que no hay pruebas directas, ni siquiera indicios
contra su defendido, sino que se ha demostrado una investigación
policial «equivocada».
Así lo sostuvo el abogado Javier Sánchez-Vera en
las conclusiones finales en la última sesión, en la víspera de que las
seis mujeres y tres hombres del jurado popular se recluyan para
deliberar el veredicto de culpabilidad o no culpabilidad de López,
casado con la hija menor de la víctima.
En un alegato de unas dos horas, el abogado afirmó que
«cuando equivocas la investigación desde el principio no puede salir
nada bien» y añadió que su defendido, Miguel López, era «de los que
mejor se llevaba con María del Carmen Martínez, aunque se diga lo
contrario».
Durante
el juicio se han reflejado las disputas familiares por el control de
las empresas, valoradas en unos 120 millones de euros, que se traducían
en dos bandos, uno formado por la víctima y su hijo primogénito -y
acusación particular-, Vicente Sala Martínez, y otro por las tres
hermanas, incluida la esposa del acusado, 'Fany'.
La defensa desmintió que Miguel tuviera un poder de influencia
decisivo sobre la marcha de las empresas familiares, especialmente en la
más rentable, la del plástico, y comentó que en casi 30 años de
convivencia y de comer juntos casi a diario, las acusaciones se han
acogido a una sola ocasión en la que, en la sobremesa, se levantó y se
fue. «Un día le gritó, y está mal gritar a la suegra pero no me parece
relevante», continuó el abogado, quien reiteró que lo único que hay
contra López son «hipótesis» que no llegan a la categoría de indicios,
aunque la fiscalía y la acusación las consideren pruebas.
24 años de prisión
Tras escuchar cerca de cinco horas de conclusiones finales de la
fiscalía y la acusación particular -que mantienen su petición de
condena para López como presunto autor de los disparos-, Sánchez-Vera
defendió que el acusado se haya acogido a su derecho de no declarar para
evitar «confundir» y que las acusaciones le hicieran «un lío», ya que
cree que estas partes «no quieren saber la verdad» sino condenarle a 24
años de cárcel.
Este abogado lamentó «los recursos retóricos» utilizados ante el
jurado por las acusaciones, por ejemplo, al referirse al primogénito
como «hijo de la víctima» y a sus hermanas como «cuñadas» del acusado, y
afirmó que esto «denota que no tienen pruebas». Entre los supuestos
indicios usados contra López también está lo expuesto sobre que su
teléfono figurara como apagado o en 'modo avión' coincidiendo con el
homicidio, y señaló que el periodo en que su móvil aparece desconectado
fue desde las 17 horas, 48 segundos y 14 centésimas del 9 de diciembre
de 2016 a las 18h48.14, «justo una hora» lo que en su opinión evidencia
que «es un error de Movistar».
Una de las preguntas que el fiscal quería
haber preguntado es por qué entregó el coche a María del Carmen en el
lavadero, un punto a oscuras y sin cámaras de seguridad, y el abogado
aclaró que la dueña de Novocar tenía fama de mal genio si no se le
adecentaba el vehículo, por lo que se le dio allí «para que viera que
estaba limpio». Al contrario que la acusación, la defensa sostuvo que
los disparos se efectuaron a las 18:55 cuando su defendido salió del
concesionario a las 18:38. Hoy está previsto el veredicto en del jurado y
se conocerá la sentencia.
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