martes, 3 de marzo de 2020

La responsabilidad de las ‘élites’ / Pablo Sebastián *

En su crítica abierta y acertada a la línea informativa y editorial de La Sexta TV la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, no solo ha acusado a la cadena televisiva de ‘erosionar el sistema democrático’ sino que ha subrayado ‘la responsabilidad de la élites’ -es decir de los dueños de La Sexta TV-, en lo que la diputada del PP considera un ataque ‘al sistema democrático’.

Cayetana sabe muy bien que ‘las élites’, es decir el poder económico y el financiero del país, siempre están del lado del poder o en línea y a la orden de quien manda. Máxime en un país como España, donde la separación de los poderes del Estado es solo virtual y de funciones, y en el que apenas existe una línea divisoria entre el poder Ejecutivo del Estado y el Económico, que a su vez y en este tiempo está al mando de grandes grupos y medios de comunicación.

Siempre ha sido así en este país desde el inicio de la transición, bien con los gobiernos del PSOE de González y Zapatero, o con los Gobiernos del PP de Aznar y Rajoy.

La novedad en el vigente caso español radica, en que con este Gobierno de coalición de Pedro Sánchez con Pablo Iglesias, por primera vez están en juego la unidad nacional, las instituciones democráticas y el control de la Justicia, lo que incluye una severa advertencia al gran pacto constitucional de 1978.

Y es ahí donde entra de lleno el ataque de Álvarez de Toledo a La Sexta TV, que también podría extenderse a otros grandes medios de comunicación de este país, en un tiempo en el que políticos condenados e inhabilitados y los representantes de los golpistas condenados y prófugos del 27-O de 2017, se sientan en una Mesa de Diálogo con el Gobierno de España en el Palacio de La Moncloa.

Y todo ello cuando además el jefe del golpe catalán, Oriol Junqueras, que fue condenado por sedición y malversación en el Tribunal Supremo, sale de la cárcel cuando solo lleva cuatro meses preso desde la publicación de la sentencia, y se dedica a dar clases -¿de golpismo?- en la Universidad.

Y todo esto, que resulta asombroso, ocurre en España sólo porque Pedro Sánchez necesita los votos de ERC para gobernar y porque su socio de Gobierno, Pablo Iglesias, considera que Junqueras es un ‘preso político’ y Podemos está a favor de la autodeterminación que es inconstitucional.

Pero está claro que a ‘las élites’ del poder económico y financiero todo esto les da igual y, aunque se rasgan las vestiduras frente al ‘sanchismo’ en los grandes restaurantes de Madrid y los principales salones de la capital del Reino, nunca se moverán de una manera comprometida ni decisiva contra esta deriva tan personalista y poco democrática del ejercicio del poder.

Las élites están siempre del lado del dinero, y temen como a un nublado la capacidad de intervención del Gobierno de turno y la única manera con la que, con dificultad, estás élites podrían burlar el control del Gobierno sobre los medios españoles sería con que los duelos de estos medios tuvieran un anclaje internacional o multinacional. Pero esa es harina de otro costal.


(*) Periodista


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