ALICANTE.- Contundente y con un objetivo evidente en sus palabras: el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. La alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, habló por primera vez acerca de las acusaciones de compra de partidos que han puesto esta semana en la diana mediática al Hércules. "Si el señor Lissavetzky quiere hacer precampaña en su lucha por ser el candidato socialista a la Comunidad de Madrid que deje en paz a Alicante", sentenció Castedo, en un discurso duro, que tuvo al secretario de Estado en el centro de sus críticas.
La alcaldesa de Alicante, a la que vinculan con algunos de los mensajes de móvil que se intercambiaron a final de la temporada pasada el máximo accionista blanquiazul, Enrique Ortiz, y el capitán del equipo, Tote, se preguntó qué persigue el secretario de Estado para el Deporte con esta "campaña orquestada en contra de la ciudad de Alicante y del Hércules", según 'Información'.
"¿Qué quiere demostrar: honestidad, ética...", se planteó Castedo, quien no dudó en responder a su propia cuestión: "Si es así, ha tenido muchos casos a lo largo de demasiados años y no lo ha hecho. Sin embargo, lo hace ahora, de esta manera tan sospechosa, cebándose con Alicante".
La alcaldesa, que ayer no estuvo presente en el partido amistoso entre el Alcoyano y el Hércules, reprochó al segundo máximo responsable del Deporte, sólo por detrás del presidente del Gobierno, que "aparezca" ahora por Alicante para "jugar" con el sueño de sus ciudadanos. "¿Para qué aparece este señor por Alicante? Quienes estén dirigiendo esta campaña que digan ya, sin más demora, qué pretenden...", aseveró Castedo, con una afirmación que tenía un destinatario definido: el PSOE.
Sin formular, en un principio, las iniciales de la formación política al frente del Gobierno central, Castedo denunció que se utilice al Hércules como "chivo expiatorio" para justificar la nueva Ley del Deporte. "Los dirigentes de esta campaña están acusando al Hércules de un delito no tipificado. ¿Ése es su trabajo? Es obvio que utilizan al Hércules de "chivo expiatorio" con el fin de justificar las nuevas medidas legales que entran en vigor en diciembre", expresó.
Sin embargo, poco después Castedo ya desveló todas sus cartas: "El PSOE es el máximo responsable de esta polémica. El partido nombra a ciertas personas, en este caso, Lissavetzky, que tienen como encargo centrar sus esfuerzos en Alicante. Son así", afirmó la alcaldesa de la ciudad, quien mantuvo su tono: "A los socialistas se les llena la boca con que respetan las decisiones judiciales, pero vemos que no es así".
Por todo ello, Castedo dio un simbólico -pero significativo- golpe sobre la mesa y aseguró que no va a permitir que continúen las acusaciones de compra de partidos que giran en torno al Hércules. "Ya vale. No vamos a permitir el acoso y derribo al que están sometiendo a esta ciudad en los últimos días. No pueden poner en entredicho, con total impunidad, un ascenso que se logró por méritos propios", expuso Castedo, en un tono muy serio y cargado de indignación.
Tanto es así, que la alcaldesa reconoció que se siente "muy dolida", ante la incredulidad de los hechos más recientes. "Estoy muy dolida. Jamás hemos asistido a algo parecido, nunca han pasado situaciones similares en el mundo del fútbol, al menos con tanta carga política como ahora sucede. No sé si son conscientes, pero están jugando con las ilusiones de una afición", subrayó la máxima autoridad en la política alicantina.
Por último y siguiendo la línea que abanderó, Castedo no dudó en animar a los herculanos y, en general, a todos los alicantinos a decir "¡Basta ya!". "A veces nos callamos demasiado. Ya es hora de decir "¡Basta ya". Ya es hora de unirnos todos y utilizar nuestra fuerza para defendernos de esta campaña sin sentido".
La alcaldesa de Alicante, a la que vinculan con algunos de los mensajes de móvil que se intercambiaron a final de la temporada pasada el máximo accionista blanquiazul, Enrique Ortiz, y el capitán del equipo, Tote, se preguntó qué persigue el secretario de Estado para el Deporte con esta "campaña orquestada en contra de la ciudad de Alicante y del Hércules", según 'Información'.
"¿Qué quiere demostrar: honestidad, ética...", se planteó Castedo, quien no dudó en responder a su propia cuestión: "Si es así, ha tenido muchos casos a lo largo de demasiados años y no lo ha hecho. Sin embargo, lo hace ahora, de esta manera tan sospechosa, cebándose con Alicante".
La alcaldesa, que ayer no estuvo presente en el partido amistoso entre el Alcoyano y el Hércules, reprochó al segundo máximo responsable del Deporte, sólo por detrás del presidente del Gobierno, que "aparezca" ahora por Alicante para "jugar" con el sueño de sus ciudadanos. "¿Para qué aparece este señor por Alicante? Quienes estén dirigiendo esta campaña que digan ya, sin más demora, qué pretenden...", aseveró Castedo, con una afirmación que tenía un destinatario definido: el PSOE.
Sin formular, en un principio, las iniciales de la formación política al frente del Gobierno central, Castedo denunció que se utilice al Hércules como "chivo expiatorio" para justificar la nueva Ley del Deporte. "Los dirigentes de esta campaña están acusando al Hércules de un delito no tipificado. ¿Ése es su trabajo? Es obvio que utilizan al Hércules de "chivo expiatorio" con el fin de justificar las nuevas medidas legales que entran en vigor en diciembre", expresó.
Sin embargo, poco después Castedo ya desveló todas sus cartas: "El PSOE es el máximo responsable de esta polémica. El partido nombra a ciertas personas, en este caso, Lissavetzky, que tienen como encargo centrar sus esfuerzos en Alicante. Son así", afirmó la alcaldesa de la ciudad, quien mantuvo su tono: "A los socialistas se les llena la boca con que respetan las decisiones judiciales, pero vemos que no es así".
Por todo ello, Castedo dio un simbólico -pero significativo- golpe sobre la mesa y aseguró que no va a permitir que continúen las acusaciones de compra de partidos que giran en torno al Hércules. "Ya vale. No vamos a permitir el acoso y derribo al que están sometiendo a esta ciudad en los últimos días. No pueden poner en entredicho, con total impunidad, un ascenso que se logró por méritos propios", expuso Castedo, en un tono muy serio y cargado de indignación.
Tanto es así, que la alcaldesa reconoció que se siente "muy dolida", ante la incredulidad de los hechos más recientes. "Estoy muy dolida. Jamás hemos asistido a algo parecido, nunca han pasado situaciones similares en el mundo del fútbol, al menos con tanta carga política como ahora sucede. No sé si son conscientes, pero están jugando con las ilusiones de una afición", subrayó la máxima autoridad en la política alicantina.
Por último y siguiendo la línea que abanderó, Castedo no dudó en animar a los herculanos y, en general, a todos los alicantinos a decir "¡Basta ya!". "A veces nos callamos demasiado. Ya es hora de decir "¡Basta ya". Ya es hora de unirnos todos y utilizar nuestra fuerza para defendernos de esta campaña sin sentido".
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