ALICANTE.- La directora general de Casa Mediterráneo,
Almudena Muñoz, ha afirmado que la institución se "plantea" la
posibilidad de alquilar el espacio central de su nueva sede, situada en
Alicante, para la celebración de bodas, catering o presentaciones de
productos de lujo, como medios de financiación, y ante las deudas que
la Generalitat valenciana, y los ayuntamientos de Alicante, Benidorm y
Jávea, mantienen con la entidad.
Muñoz ha subrayado que Casa Mediterráneo "todavía" no tiene
presupuesto para 2013, y ha apuntado que el del año anterior contó
"exclusivamente" con la aportación del Ministerio de Asuntos Exteriores,
cifrada en 720.000 euros, y otra del Ayuntamiento de Alicante, por valor
de otros 50.000.
En este sentido, ha incidido en que esa cantidad se destinó a
mantener las actividades de la institución, así como sus
infraestructuras y "todo lo que haya que hacer".
"Si comparamos eso con
el presupuesto de cuatro millones que había, tenemos que adaptarnos,
pero las empresas se adaptan todos los días, y los contribuyentes
también, y los trabajadores. Hay que adaptarse y ya está", ha resaltado.
La entidad, a través de un comunicado, ha detallado que del
presupuesto comprometido por parte de los diferentes miembros del
consorcio, el Ministerio ha pagado los 7,5 millones de euros
especificados, mientras que la Generalitat ha abonado 456.470 de los 2,5
millones fijados, por lo que su deuda equivale al 81,89 por ciento.
En cuanto a los municipios, el Ayuntamiento de Alicante mantiene
una deuda del 56,35 por ciento, después de haber aportado 550.000 euros
de los 1,2 millones comprometidos; al tiempo que Benidorm debe el 92,06
de su partida, fijada en 630.000 euros, y de la que ha cumplido con
50.000. Por último, el consistorio de Jávea ha hecho frente a 400.000 de
630.000 euros, por lo que su deuda representa un 36,51 por ciento.
Ante esta situación, e interrogada sobre si va a solicitar estas
cantidades, Muñoz ha enfatizado que lo hace "todos los días", en cada
consejo rector. "Digo que me deben tanto, y que quede en acta que
reclamo el dinero", a lo que ha añadido que "no sólo" le importa el
montante adeudado, sino el porcentaje, un aspecto que, a su juicio,
refleja el "interés" hacia Casa Mediterráneo.
En la misma línea, y sobre el futuro económico de la institución,
la directora general ha expresado su creencia en que está "asegurado".
"Casa Mediterráneo lo que tiene que hacer es adaptarse a su desgraciada
realidad, y si no tiene dinero lo tiene que buscar por otros lados, pero
es lo que hacemos todos", ha destacado.
"No podemos vivir como vivíamos, punto, lo asumimos, y lo que
tenemos que hacer es intentar cobrar lo que deben y buscar otros medios
de financiación, que pueden ser operaciones privadas", ha agregado, tras
lo que ha hecho referencia también a la "reducción de gastos".
De la misma manera, ha expuesto que tanto particulares como
empresas "están preguntando" si existe un precio de alquiler para
celebrar bodas, catering o presentaciones de productos de lujo en la
sede. "Necesito financiación, si me la regalan divino, pero si no,
vendo", ha recalcado, y ha puesto los ejemplos de Casa Árabe y Casa
América, que realizan medidas similares "desde hace mucho tiempo".
Por lo que respecta a las nuevas instalaciones, que serán
inauguradas de manera oficial el próximo 23 de marzo con una actuación
de la Orquesta Sinfónica Nacional de Argelia, se ha mostrado "orgullosa"
del edificio, si bien ha afirmado que "podría estar mejor, quizá".
Además, ha resaltado el carácter "abierto" de su diseño, y ha añadido
que "es bueno para una institución pública ser transparente".
Sobre las actividades de futuro, ha enfatizado que el objetivo es
"seguir trabajando" y continuar con la programación, "no tanto de actos
públicos, sino de diplomacia económica intensa por todo el
Mediterráneo".
"No podemos dedicarnos ahora a actos como conciertos,
tenemos que rentabilizar el dinero de los contribuyentes, y seguimos
haciendo muchos actos fuera", ha señalado.
Por lo que respecta al recinto, ha explicado que es una estación
de trenes que pertenece al Administrador de Infraestructuras
Ferroviarias (ADIF), que, a través de un contrato, cede su uso para un
periodo de 30 años a cambio de la rehabilitación del inmueble.
La directora general ha indicado que la citada relación
contractual tiene una cláusula que especifica que si Casa Mediterráneo
no constituía en el edificio su sede antes de 2014 "perdería todo lo
invertido" y la terminal "volvería" a ADIF, por lo que el proyecto
inicial para la construcción de la sede, valorado en siete millones de
euros, se sustituyó por la actuación recientemente finalizada.
"Se rediseñó la operación para conseguir algo en lo que podamos
estar dentro, que constituya nuestra sede, que el edificio esté
utilizado, no se nos caiga, y con el tiempo seguiremos haciendo otras
acometidas, porque falta mucho por hacer", ha asegurado, y ha hecho
referencia al suelo, que ha sido prensado, y que según las previsiones,
"cada tres o cuatro" eventos "probablemente" tendrá que "volver" a ser
tratado.
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