ALICANTE.- Nadie en Alicante está contento con el borrador del Plan Hidrológico
del Tajo que ha elaborado el Ministerio de Medio Ambiente, y no es para
menos porque está en juego el futuro de la agricultura y el
abastecimiento humano. La propuesta lanzada por el ministerio que dirige, Miguel Arias Cañete,
ha puesto en pie de guerra a agricultores y regantes y preocupa a los
expertos universitarios por las consecuencias futuras que tendrá para el
desarrollo económico de la provincia, según 'El País'.
El talón de Aquiles del nuevo plan de cuenca es que eleva de los 240 hectómetros cúbicos actuales a 400 hectómetros
los necesarios para poder trasvasar agua desde el Tajo hacia el Segura,
y ese incremento dificulta aportaciones futuras. Si comparamos las
reservas en los embalses de Entrepeñas y Buendía en la última década y
aplicamos los nuevos requisitos observamos que durante casi cinco años
no habría llegado agua a Alicante. Un estudio, realizado por Manuel
Aldeguer excomisario presidente de la Confederación del Segura y actual
responsable de Agua y Medio Ambiente en la ejecutiva del PSPV, indica
que si aplicamos los nuevos criterios para poder trasvasar, las reservas
de la última década durante cinco años no se habría autorizado
trasvases para riego.
Aldeguer considera de “extrema gravedad” estos datos porque el
destino prioritario es el abastecimiento urbano, al que se destinan 140
hectómetros cúbicos de agua en la cabecera, que sirven para abastecer a
dos millones de personas, y en verano a un millón de turistas. Según
este estudio, realizado sobre datos oficiales, con esta reserva de 400
hectómetros cúbicos entre los años 2005 y 2010 no se hubiera podido
trasvasar agua del alto Tajo al Segura para poder regar ni para beber,
excepto en 2007 y 2009. Es decir, que el déficit de la Mancomunidad de
los Canales del Taibilla, con los recursos y orígenes actuales hubiese
sido, aproximadamente del 50% durante estos años, un terrible impacto en
el turismo y para la población. El expresidente de la Confederación
recuerda además que es necesario mantener un caudal económico de diez
metros cúbicos por segundo en Talavera lo que obliga a incrementar el
desembalse en cabecera y “eso supondrá en realidad que en épocas de
sequía el problema será más grave”.
La Mancomunidad de los Canales del Taibilla, que abastece de agua
potable a los municipios del sur de Alicante, consume unos 240
hectómetros anuales de los 40 proceden del propio río Taibilla y los
otros 115 del trasvase Tajo-Segura.
El campo alicantino está muy preocupado con las consecuencias que
para el futuro puede tener este incremento del caudal mínimo para poder
trasvasar. Los más beligerantes, como Eladio Aniorte, presidente de
Jóvenes Agricultores, se sienten “furiosos, decepcionados y vapuleados”,
mientras que otros más prudentes, como Ángel Urbina, del Sindicato de
Regantes, confía en que se pueda mejorar la propuesta inicial con las
alegaciones al plan.
Pese a los intentos del vicepresidente de la Generalitat, y consejero
de Agricultura, José Ciscar, de intentar tranquilizar a los regantes a
los que pide que confíen en el memorando conjunto que firmarán
Ministerio, Murcia y Comunidad Valenciana (aunque no Castilla-La Mancha
que no tiene validez jurídica) en el que se asegurará que el
mantenimiento del trasvase “es un objetivo estratégico” y su permanencia
“una garantía”. La Generalitat confía en mejorar el escenario actual
durante el periodo de alegaciones y pone en valor que lo más importante
es que en ningún momento se pone en duda el futuro del trasvase.
"Va contra nuestros intereses"
Sin embargo, a los regantes no les llega la camisa al cuerpo. Al
elevar el umbral de reservas embalsadas en la cabecera del Tajo, de 260
hectómetros cúbicos a 400 se ha impuesto un nuevo criterio en la
explotación del acueducto que es evidente que impedirá hacer trasvases
en los años de sequía. “Va en contra de nuestros intereses, han cedido y
han puesto en peligro el futuro de 40.000 agricultores alicantinos”,
asegura Eladio Aniorte, de Jóvenes Agricultores. El representante de los
regantes, Ángel Urbina, confía en que quedan “unos meses para negociar y
mejorar la propuesta”.
“En ese acuerdo, Alicante no sale beneficiada de ninguna manera. Se
mire como se mire”, se lamenta Antonio Rico, catedrático de Análisis
Geográfico Regional y miembro del Instituto de Geografía de la
Universidad de Alicante. Este experto explica que “no es lo mismo
afrontar años secos, con un límite embalsado en Entrepeñas y Buendía de
260 que con otro de 400” y recuerda que es bastante frecuente que las
sequías más intensas que afectan a Murcia y Alicante también se dejan
sentir en el Alto Tajo. “Es decir, cuando suframos una sequía intensa y
prolongada como la ocurrida de 1992 a 1995, el trasvase no podrá
funcionar”, agrega. Para Rico, este plan, pendiente de alegaciones, solo
beneficia a Castilla-La Mancha y Madrid.
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