El Barça sigue desquiciado en los despachos y sobre el terreno de
juego. La derrota por dos a cero frente al Real Madrid en el Santiago
Bernabéu devuelve a los blaugranas a la realidad: un equipo mediocre a
merced de un Madrid que se creyó la victoria a partir del segundo
tiempo, fue a por ella y desbordó al equipo barcelonista.
Es una derrota
dolorosa porque cualquier otro Barcelona hubiera asestado este domingo
el golpe definitivo para acabar con la Liga y, en cambio, los blaugranas
asisten como invitados de piedra a que el Madrid más anodino de los
últimos años les pase por encima en el Santiago Bernabéu.
Lo más preocupante del equipo blaugrana no es la derrota sino el
juego, y los negros nubarrones que se ciernen sobre el equipo en un
momento decisivo de la temporada. Es obvio que son muchos lo factores de
la inestabilidad blaugrana: desde la mala planificación de la
temporada, un cambio de entrenador que tenía toda la razón de ser el
pasado verano pero que fue chocante en el momento en que se produjo, y
una plantilla corta y desequilibrada.
Pero esas son las razones deportivas que, siendo importantes, impiden
analizar la complejidad de la crisis del Barça, que empieza en la
presidencia, sigue en la directiva, se expande por los despachos del
club e incluye la dirección técnica y el entramado de responsables del
área deportiva.
Cuando se conoció que la directiva había contratado una
empresa que se dedicaba a crear perfiles falsos en las redes sociales
para desprestigiar la oposición blaugrana, jugadores como Gerard Piqué o
Leo Messi, figuras relevantes del barcelonismo como Xavi Hernández o
Pep Guardiola y numerosos dirigentes independentistas, ya aventuré que
había muchas posibilidades de que el colapso del club tuviera enormes
repercusiones en el terreno de juego.
Todo apunta que está siendo así y Josep Maria Bartomeu y el
Barçagate, del que el club, por cierto, no ha dado aún explicaciones
suficientes, ha desquiciado una temporada que, hoy por hoy, carece de
rumbo en los despachos y en el terreno de juego.
(*) Periodista y director de El Nacional
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